Tropas rusas tomaron una base de la infantería marina ucraniana en Feodosia (Crimea) tras un asalto en el que resultaron heridos varios soldados leales a Kiev que fueron hechos prisioneros, según el diario local "Ukraínskaya Pravda".
El asalto se produjo después de la negativa de los infantes de marina a abandonar su base sin sus armas y vehículos, según el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Vladislav Selezniov.
El ataque a la unidad de Feodosia, una de las últimas que aún guardaban lealtad a Ucrania, empezó sobre las 05.00 hora local (23.00 del domingo en Chile), con ayuda de helicópteros y carros blindados rusos.
Fuerzas especiales de asalto rusas "descendieron desde los helicópteros", mientras que "dos blindados y dos decenas de soldados rodearon el perímetro y bloquearon el acceso rodeando a la base", explicó Selezniov en su página de Facebook.
"A las 06.00 hora local, tres blindados salieron de la base con fuerzas especiales (rusas) a bordo", aseguró el portavoz de Defensa, que precisó que la bandera de Ucrania que ondeaba sobre el emplazamiento de la unidad ha sido arriada.
Poco antes del asalto, el personal de la base ucraniana manifestó a las tropas rusas su disposición a abandonar la unidad y salir de Crimea hacia la parte continental de Ucrania, pero a bordo de sus vehículos y con todo el armamento.
Los oficiales de Moscú, sin embargo, exigían a los infantes de marina que dejaran las armas y el equipamiento en la base.
"Somos militares, respondemos por nuestros medios técnicos, nuestro armamento. No hemos sido tomados ni vencidos, y no vemos ninguna razón de porqué debemos dejar todo aquí", dijo anoche el capitán ucraniano Alexandr Lantuj, que advirtió que su unidad se defendería con fuego real en caso de ser atacados.
Tropas rusas y efectivos de las llamadas autodefensas de Crimea se han hecho desde el sábado con el control de casi todas las unidades, navíos de guerra y bases militares que hasta entonces se resistían a cambiar de bando o abandonar sus destacamentos.
El sábado cayeron el aeropuerto militar de Belbek, en las afueras de Sebastopol, una unidad de la Armada emplazada en Novofiódorovsk, y varios buques de guerra.
Ayer, la Armada ucraniana perdió su buque insignia, el "Slavútich", y su único submarino, el "Zaporozhiye", varios navíos de guerra atrapados en el lago Donuzlav, y su Centro de Operaciones Psicológicas y de Información, situado en Simferópol, capital de la república incorporada la pasada semana a Rusia.
Al menos tres oficiales ucranianos, entre ellos el comandante de la base aérea de Belbek, el coronel Yuli Mamchur, y el comandante adjunto de la Armada de Ucrania para la Defensa del Litoral, el general Ígor Voronchenko, han sido apresados por las autoridades crimeas.
Únicamente después de estas detenciones, el ministro de Defensa ucraniano anunció al fin que en los próximos días se tomará una decisión sobre la evacuación de algunas unidades militares emplazadas en Crimea.
Esa decisión previa, aún no materializada en órdenes concretas de repliegue, se ha tomado después de que varios mandos de las unidades ucranianas y navíos de guerra con base en Crimea vertieran este fin de semana duras críticas a la cúpula política y militar del país.
Los oficiales denunciaron la desidia de la cúpula militar y política del país a la hora de decidir los pasos que deben seguir los soldados que no quieren rendir sus destacamentos a las tropas rusas.