SEÑOR DIRECTOR:

Durante este año, desde la Fundación hemos sido testigos de los efectos que ha dejado el confinamiento en la salud mental de niños, niñas y adolescentes, y sus familias. Las consultas por ansiedad, depresión, ideación suicida, violencia y develaciones de abuso sexual, han sido los principales motivos de consulta a nuestros canales de orientación psicosocial y jurídica.

En mayo de este año, junto al Centro de Investigación del Abuso y la Adversidad Temprana (CUIDA), publicamos la Primera Encuesta Nacional de Abuso Sexual y Adversidades en la Niñez. El estudio muestra que una de cada cinco personas han sido víctimas de abuso sexual. Además, arroja que un 50% de estas personas presentan al menos un diagnóstico en salud mental, cifra que disminuye a la mitad en personas que no han sufrido este tipo de vulneraciones.

En el Día Mundial de la Salud Mental, nuestro mensaje es claro: sin salud mental, no hay salud. Hoy necesitamos espacios seguros para el desarrollo pleno de la niñez y el resguardo de la salud mental de nuestra sociedad presente y futura. ¿Cómo hacerlo? Previniendo situaciones de exclusión social y vulnerabilidad, construyendo espacios libres de violencia hacia los niños, niñas y adolescentes; conformando una sociedad civil consciente y articulada, instituciones públicas comprometidas, voluntades políticas y recursos financieros que permitan hacer de este un mundo donde el abuso sea inaceptable.

Camila Berríos

Valentina Correa

Fundación Para la Confianza