Más que una renovación, los lanzamientos 2021 de Huawei son más que nada una especie de declaración de principios: de que siguen vivos, con fuerza y que, a pesar de las dificultades y los bloqueos, la maquinaria de la compañía china sigue muy bien aceitada en innovación y productos de gama alta.

Tanto así, que con esta línea —que también incluye relojes inteligentes, monitores y audífonos inalámbricos— inauguran su nuevo sistema operativo, el HarmonyOS, que ha sido desarrollado por la propia compañía. Lo tiene la nueva Huawei MatePad 11, una tableta de diseño tradicional pero que tanto en la pantalla como en su interior cuenta con suficientes prestaciones como para hacerla un producto más que interesante. Considerando que Huawei no editaba este tipo de gadget hace varios años, el MatePad 11 fue una grata sorpresa.

Especificaciones

  • Tamaño: 165.3 x 253.8 x 7.25 mm
  • Pantalla: TFT LCD 10.9″ (86% de rango pantalla-a-cuerpo) con tasa de refresco de hasta 120 Hz.
  • Resolución: 2560 x 1600 píxeles
  • Procesador: Qualcomm Snapdragon 865 Mobile Platform
  • Sistema operativo: HarmonyOS 2
  • Memoria: 6 GB RAM
  • Almacenamiento: 64/128/256 GB (expandible hasta 1 TB vía tarjeta MicroSD)
  • Cámaras: trasera de 13 MP y delantera de 8 MP
  • Batería: 7.250 mAh
$649.990 enRipley

Pantalla brillante y procesador potente

En términos de diseño, la tableta no presenta mayores innovaciones en relación a lo convencional. Su estilo es más bien clásico —viene en tres colores: gris, verde y azul— y si bien resulta algo pesada al tenerla en las manos, es innegable que su prístina pantalla LCD hace olvidar todo lo demás. La calidad de imagen a ratos puede llegar a ser hipnótica, por lo que, gracias a su tamaño —de 10,9 pulgadas—, creo que es quizás la mejor experiencia para consumir contenido audiovisual, ya sea viendo videos en YouTube, películas o algún servicio de streaming.

Lo mismo sucede con los videojuegos. No sólo se ven brillantes y con una muy buena tasa de refresco de 120 Hz —la que garantiza la fluidez de los contenidos—, sino que además, corren como mantequilla. La prueba fue realizada con títulos de distinto calibre (desde el Rayman Adventures al Asphalt 9: Legends) y todos funcionaron sin ningún tipo de problema.

Lamentablemente, eso sí, quise jugar Genshin Impact pero me enteré de que una versión optimizada para el nuevo sistema operativo de Huawei está próxima a salir. Así que por ahora, me tuve que quedar con las ganas. (De todos modos, logré instalar mi cuenta de Xbox Game Pass sin ningún problema, por lo que pude acceder vía streaming a toda mi biblioteca de juegos. Además, conectarle un control externo vía Bluetooth fue muy sencillo y la tableta se portó un siete).

Tamaño preciso y buena conectividad

Entre diez y once pulgadas parece ser el tamaño ideal para una tableta; más que eso, ya se torna algo incómodo en las manos. Así que aquí, con sus 10,9, el porte es óptimo en términos de comodidad, aunque también existe un modelo Pro de 12.6. Tomada de forma vertical, en la parte superior nos encontramos con dos parlantes y un botón de encendido, que incluye una delgada línea roja para que uno no se pierda. Abajo, otro par de parlantes —todos con tecnología Harmon Kardon— y al medio el conector USB-C. A los costados, por un lado tenemos el botón de volumen y, por el otro, la apertura para insertar una tarjeta microSD junto a tres (de cuatro) micrófonos.

El pack que recibimos incluía un siempre útil stylus (llamado acá M-Pencil, de segunda generación) que permite escribir, dibujar y, en el fondo, interactuar con gran precisión en la pantalla. Además, puede adosarse magnéticamente a un costado para cargarlo y no perderlo. El combo también incluye un siempre necesario teclado que, lamentablemente, no tuvimos la posibilidad de probar.

El resto de los elementos operativos de la tablet funcionaron muy bien. Su potente procesador Qualcomm Snapdragon 865 permite tener pantalla dividida y muchas apps flotantes, mientras su sistema de navegación por gestos —en vez de utilizar botones virtuales, que también es una opción— funciona de manera muy intuitiva y práctica. Además, permite proyectar fácilmente el contenido hacia otro dispositivo. Es decir: un buen multitasking está garantizado.

HarmonyOS: un sistema operativo que promete

Todo lo anterior nos lleva a acaso el elemento más importante y trascendental del aparato: su nuevo sistema operativo. El HarmonyOS no es un capricho de Huawei para diferenciarse del resto, sino que fue su respuesta ante la prohibición del gobierno norteamericano, el 2019, de operar con compañías chinas, en un proceso judicial que aún dista mucho de finalizar. Así entonces, la posibilidad para la marca de utilizar Android o los servicios de conexión de Google o Intel ha quedado invalidada hasta ahora, por lo tanto se la tuvieron que jugar con su propio sistema operativo, para, justamente, evitar esos actores y entregar la misma calidad de experiencia. Hasta cierto punto, lo anterior se logra, aunque no sin algún hipo de por medio.

En términos generales, HarmonyOS no dista mucho de la experiencia que puede entregar Android. Hay algunos detallitos, incluso, que recuerdan a algunas funcionalidades de iOS, el sistema de Apple. El funcionamiento básico de Harmony funciona bien, es fluido y no presenta mayores dificultades a lo hora de conectarse a una app o un sistema de terceras partes. Hasta que, sin acordarme, traté de loguearme a mi cuenta de Google y ahí comenzaron los pequeños obstáculos.

Nada del otro mundo, porque al final del día todo se puede lograr y a todo se puede acceder, salvo algunas aplicaciones que próximamente deberían estar disponibles. De hecho, no es muy distinto a EMUI, la interfaz propietaria que usualmente Huawei utiliza en escenarios Android.

El control gestual por deslizamiento funciona muy bien y todo lo que se busca en cuanto a personalización está presente, desde el cambio de estilos visuales hasta los centros de opciones y notificaciones, widgets y otros detalles de uso habitual en un gadget de estas características. Y si de apps populares se trata (como TikTok, Spotify, Instagram, Facebook o Netflix), la inmensa mayoría de ellas sí está disponible, aunque muchas se tienen que descargar a través de sitios web oficiales o “espejos” en vez de las clásicas tiendas digitales de aplicaciones.

La idea de Huawei es lograr generar un ecosistema en que todos sus dispositivos y servicios puedan comunicarse entre sí y este es el primer (gran) paso para un plan que sin duda es a largo plazo. El punto en contra, como cualquier arquitectura inicial y diseñada más o menos con urgencia, es que aún es un poco tosca y poco amistosa en sus notificaciones y visualizaciones. Pero promete. Y si Huawei juega bien sus cartas, a la larga podría ser una interesante alternativa como sistema operativo.

En términos de rendimiento, la batería se portó decentemente, aguantando hasta 12 horas de uso ininterrumpido. Las cámaras de la tablet —tanto la frontal (8 MP) para selfies o webcam, como la trasera, de 13 MP— funcionan bastante bien en términos esenciales, pero nada espectacular. Hay reconocimiento facial para desbloqueo, aunque curiosamente no un sensor biométrico.

Veredicto Práctico

La primera tableta de Huawei en muchos años es un gran dispositivo, que permite realizar con fluidez, rapidez y prestancia todo lo que se busca en un gadget de este tipo, especialmente en lo que se refiere a entretención, lectura y consumo de ocio. En términos de productividad y multitasking tampoco decepciona gracias a un buen procesador, además de su stylus y su teclado, que vienen incluidos en el pack.

El hecho de que no cuente con sistema operativo Android puede que ahuyente a algunos usuarios, pero no es para tanto. En mi caso, no tuve mayores problemas para acceder a todas las aplicaciones y servicios que necesitaba, aunque fuera desde una página web. De todos modos, una grata experiencia. Lo importante es que funciona y así se abre paso un nuevo actor en el aún muy cerrado mundo de los sistemas operativos.

Nota: ⭐⭐⭐⭐★


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 30 de agosto de 2021. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.