La aguda contracción sufrida por la economía chilena en el marco de la pandemia es una de las mayores preocupaciones de las autoridades. Y cómo no, si el PIB sufrió en 2020 una caída solamente comparable a la de la crisis de 1982.

Pero no es la única inquietud. La deuda del país también está siendo mirada de cerca por economistas y el mercado debido al fuerte crecimiento que ha mostrado en los últimos años, reflejando el deterioro de las cuentas fiscales.

En 2020, el gasto público se expandió a un ritmo de 10,5% respecto al 2019, mientras que el endeudamiento fiscal llegó a un equivalente del 32,5% del Producto Interno Bruto, una cifra no vista desde 1991.

Y todo indica que la deuda de Chile seguirá en alza en los próximos años, y no sólo por los efectos de la crisis sanitaria sino también para cubrir una serie de demandas surgidas a partir del estallido social.

Este gráfico del Banco Central muestra cómo ha ido creciendo la deuda externa por sector institucional en la última década, destacando especialmente el del gobierno.