Grupos negociadores en tierra de nadie

La incerteza jurídica existe en materia laboral luego de que la anterior administración se negara a enviar una ley corta recogiendo el fallo previo del Tribunal Constitucional.


Hace unas semanas, la Corte de Apelaciones ordenó dejar sin efecto un dictamen de la Dirección del Trabajo que validaba los grupos negociadores.

En su fallo señaló que la DT en su dictamen "infringió gravemente el 'principio de reserva legal', porque regula aspectos que conforman los procedimientos y modalidades de la negociación colectiva, que forman parte de la esfera propia de la ley, conforme lo mandata expresamente la Constitución. Así, se regulan materias legales mediante normas infrarreglamentarias".

Este traspié no hace otra cosa que confirmar la incerteza jurídica que existe en materia laboral luego de que la anterior administración se negara a enviar una ley corta recogiendo el fallo previo del Tribunal Constitucional en el que había señalado que "la titularidad del derecho para negociar colectivamente es de todos y cada uno de los trabajadores (…). El proyecto implica una intervención legislativa extrema que afecta la esencia del derecho de los trabajadores a negociar colectivamente, a través de grupos negociadores no sindicalizados".

La autoridad de la época vaticinó con particular certeza lo que ocurriría: judicialización. Es decir, a sabiendas del impacto que generaría, prefirieron, por una supuesta razón política, dejar a trabajadores en la nebulosa. Una irresponsabilidad que algunos años atrás era impensada en una autoridad.

Esta situación no solo está dañando la libertad de las personas a organizarse, sino también es un ingrediente más para que las empresas lo piensen más de una vez a la hora de contratar. Los incentivos funcionan, para bien o para mal, y en este caso, luego de la rigidización que significó la reforma laboral pasada que elevó artificialmente el costo laboral para las empresas, el mensaje es claro. Y esto ya se empezó a ver este año, donde parte importante de las inversiones realizadas por los privados ha estado destinada a la automatización, es decir, reemplazar las labores realizadas por hombres. De esta forma, se aceleró un proceso que de todas formas vendría. Se requiere clarificar la situación de los grupos negociadores y así disminuir las fuentes de incertezas que tienen a las empresas frenadas. También ayudará flexibilizar el mercado laboral, modernizarlo.

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