Columna de Alejandra Figueroa: “Restauración comunitaria en los humedales de Toltén”

Humedales en Toltén.

Los humedales del mundo están en peligro, pero son resilientes y generosos. A pesar de la presión a la que están sometidos, entregan bienestar y múltiples servicios, entre ellos la reducción al riesgo de desastres. Sin embargo, muchos humedales mantienen un silencioso retroceso, aumentando la crisis climática, que nos moviliza a aunar esfuerzos comunitarios y revertir la presión a la que están sometidos. Los humedales de Toltén son un claro ejemplo de resiliencia y trabajo territorial para su protección.

Toltén es una comuna en el límite sur de la región de la Araucanía, rodeada por el majestuoso río Toltén y la cordillera de Mahuidanche, desde la cual se desprenden esteros y ríos conformando una red de humedales superficiales y subterráneos, que se expresan en toda su magnitud entre los meses de junio y agosto. En ese periodo el agua es la protagonista en la comuna de los humedales.

En los humedales de Toltén se despliegan lagunas, ríos, esteros, bosques pantanosos, vegas y estuarios, donde habitan especies nativas y endémicas. La extensión y magnitud de estos humedales de Toltén, también es un obsequio natural, ya que son un refugio de biodiversidad y el último espacio de protección del huillín. En las lagunas de Toltén habitan pochas, puyes, pejerreyes y carmelita, esta última clasificada como vulnerable, y también las temibles carpas, peces invasores. Los peces nativos son pequeños, poco conocidos, y por ello altamente amenazados. Pero las especies vegetales son también un aspecto singular de estos humedales, es posible reconocer al menos 76 especies nativas, a pesar de que se ha perdido el 31% de la superficie de humedales en dos décadas.

Esto ocurre, porque las especies y humedales conviven con la ganadería, la agricultura familiar, la pesca artesanal y la actividad forestal. En este contexto, estamos trabajando con un grupo de mujeres líderes de las comunidades de Toltén para conservar y relevar la importancia de los humedales en sus comunidades y en sus territorios. Nos encontramos avanzando en acuerdos, consolidando confianzas y “provocando” espacios de conversación, para que la propia comunidad se reconozcan como actores privilegiados y responsables de este escenario virtuoso.

La conservación no solo implica crear áreas protegidas, hay un sinnúmero de acciones que están en las manos de las comunidades para revertir el deterioro de los humedales y fortalecerse con gobernanzas adaptativas y economías locales sustentables.

Humedales de Toltén.

Pero para recuperar la biodiversidad no hay caminos cortos, debemos insistir en la restauración, lograr sistemas saludables, una ganadería bien manejada y cuidada, una agricultura sostenible, evitar el aumento de plantaciones forestales y que la industria forestal aumente su participación en la restauración de ecosistemas de humedales. Necesitamos, además, promover el turismo de humedales como mecanismo de desarrollo local y, para lograrlo, se requiere de consenso local, inyectar recursos y acompañar un proceso integrado, con cimientos firmes, inclusivos y responsables.

Lo anterior requiere muchas voluntades y en ese camino un grupo diverso de mujeres de diferentes localidades de Toltén, hoy trabajan para recuperar la flora nativa en sus huertos y con ello a los polinizadores, iniciando un proceso de restauración recíproca. Por otro lado, un grupo de habitantes de Toltén Viejo inició la recuperación del bosque nativo y con la Escuela Frutillar, esperamos concretar la educación agroecológica, formando líderes en conservación.

Todo eso está ocurriendo en Toltén, donde además los pescadores de la caleta La Barra, quieren reconvertir sus botes a energía renovable, para eliminar combustibles fósiles que intoxican su fuente de vida. Así, nos vinculamos, en una trama de acciones interrelacionadas para no dejar a nadie atrás, con los humedales y biodiversidad en el centro de nuestras acciones de conservación. Queda mucho por hacer, expectativas y necesidades, canalizar esfuerzos colaborativos nos fortalece como sociedad, permitirá acelerar metas y enfrentar la crisis climática de forma coherente.

Estas acciones han sido posible gracias a un grupo de líderes comunitarios, con quienes iniciamos un proyecto en 2020, al que se suma el Municipio de Toltén, uniendo voluntades y deseos para “Proteger, cuidar y restaurar los humedales de Toltén, usando responsablemente los ecosistemas para el bienestar de las comunidades actuales y futuras”, y al generoso aporte de Fundación Reforestemos, Fundación Mar Adentro, y a los investigadores asociados a Corporación Capital Biodiversidad. La protección de los humedales en Chile, por lo tanto, solo será posible si logramos que los territorios organizados, las entidades públicas, ONG y la academia, logren trabajar de la mano con el único objetivo de preservar, restaurar y conservar estos ecosistemas únicos en el mundo.

*Directora Corporación Capital Biodiversidad

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