Es el más grande en su tipo y está en el billete de 5 mil pesos: ahora científicos creen que el Tucúquere es una nueva especie

Es el más grande en su tipo y está en el billete de 5 mil pesos: ahora científicos creen que el Tucúquere es una nueva especie
Los científicos piensan que el Tucúquere es una nueva especie.

De confirmar que se trata de una nueva especie se reafirmaría la idea de que Cabo de Hornos podría ser “un Galápagos del sur”.


Inteligencia artificial, genética y registro y emisión en video en línea ininterrumpidamente durante tres meses, son algunos de los recursos que se están usando en Puerto Williams para estudiar el comportamiento y las características del tucúquere, el búho más grande de los que habitan en nuestro país.

Su relevancia es reconocida por la presencia de su imagen en el reverso de los billetes de 5 mil pesos que circulan en Chile. Su nombre es onomatopéyico, es decir, deriva del sonido que emite.

Es el más grande en su tipo y está en el billete de 5 mil pesos: ahora científicos creen que es una nueva especie

Ahora, una nueva investigación liderada por el Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural, CHIC (por sus siglas en inglés), entidad albergada por la Universidad de Magallanes, espera contar con la información suficiente para determinar si se trata de una especie nueva y distinta al búho americano, al que algunas clasificaciones suelen asimilarlo, según las cuales el tucúquere no reuniría las condiciones para considerársele aparte y solo sería una subespecie de esta ave.

La experiencia se ha desarrollado en torno a una familia de tucúqueres que habitan en el árbol más alto del Lago Zañartu, vecino al Parque Etnobotánico Omora, en Puerto Williams, Cabo de Hornos.

Familia de Tucuqueres. Foto: Omar Barroso

En caso de verificarse que corresponden a una especie nueva se reafirmaría la idea de que la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos, “podría ser como un Galápagos del sur”, comenta Ricardo Rozzi, director y fundador del CHIC.

El científico recuerda que hace poco se identificó una especie nueva de ave terrestre, el rayadito subantártico, que solo vive en islas Diego Ramírez al sur del Cabo de Hornos, “así como en la Reserva de la Biosfera Galápagos, señala, se identificó a los pinzones de Darwin”.

Rayadito subantártico.

Dice que ello hace pertinente preguntarse si la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos es un laboratorio natural donde no solo no hay extinción de especies sino todavía hay producción de nuevas especies.

¿Mientras en el resto del mundo se produce una pérdida acelerada de especies aquí están surgiendo nuevas? Son preguntas que la investigación que estamos realizando esperamos pueda ayudar a responder”, señala el investigador.

Rozzi menciona que en la actualidad está en discusión si al tucúquere le corresponde el nombre científico de Bubo magellanicus o Bubo virginianus (conocido como búho americano), subespecie magellanicus: “Hay quienes sostienen que lo correcto es Bubo magellanicus, una especie hecha y derecha, distinta del Bubo virginianus, y hay quienes dicen que es solo una variante, o subespecie de esta”.

Enfatiza que de confirmarse el nombre Bubo magellanicus, Chile entero contará con una especie grande de búho, que habita a lo largo de todo el país y encuentra en Cabo de Hornos un refugio para su reproducción y conservación.

Su denominación “magellanicus” da cuenta de que esta especie, endémica del cono sur, fue descrita en la región de Magallanes, encontrándose su mayor colonia reproductiva justamente en Cabo de Hornos.

En la experiencia también participa la Compañía Telefónica Rural, CTR, empresa proveedora de tecnología en Magallanes, que puso su fibra óptica y las instalaciones para que todo el periodo de empollamiento de la pareja de tucúqueres que anidaba en el árbol más alto del Lago Zañartu fuera seguido y transmitido en audio y video en vivo y en línea, ininterrumpidamente, durante los tres meses que tomó.

Tucuquere. Foto: Omar Barroso

Los habitantes de Puerto Williams siguieron la transmisión como si se tratara de un reality de la naturaleza”, cuenta Camilo Quidel, gerente de operaciones de CHIC. Mientras que Juan Rivero, biólogo y ornitólogo, doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid, académico de la Universidad de Magallanes, que encabeza la investigación de aves que desarrolla el CHIC, recuerda el momento culminante: “Cuando nació el primero de los dos polluelos anidados, toda la gente estaba siguiendo el acontecimiento en video desde sus celulares y lo celebraron alborozados”.

Las fases del estudio

La investigación tiene varias facetas que se están desarrollando paralelamente y son materia de tesis de grado de estudiantes en distintas latitudes. El aspecto genético lo está abordando una investigadora en Alemania, mientras que en la Universidad de Chile en Santiago se está estudiando el material de audio y video recopilado, incluyendo recursos de inteligencia artificial.

Gracias a los videos que se grabaron en el transcurso de la operación, actualmente están analizando aspectos como la alimentación y los horarios de los hábitos del tucúquere. Rivero valora esto en especial “por las dificultades que usualmente supone el estudio de estas aves nocturnas, más aún en un territorio tan salvaje y aislado como es Cabo de Hornos”.

La observación fue integral porque CTR proporcionó cámaras con capacidad infrarroja que permitieron captar lo que sucedía incluso durante la noche.

Tucuqueres. Foto: Omar Barroso

La investigación tiene un foco importante en obtener información acerca de la reproducción de esta ave y las perspectivas de conservación de la especie.

Quidel destaca que se trata de una experiencia “‘win win’, en la que ciencia, tecnología y empresa privada se dan la mano en beneficio de un bien mayor, el conocimiento que permitirá aportar a la conservación de la biodiversidad que promueve el Centro Cabo de hornos, CHIC”.

Rozzi justifica también el trabajo por la importancia del tucúquere en términos de su rol ecológico, por tratarse del mayor depredador del Parque Nacional Cabo de Hornos. “No hay ningún depredador terrestre mamífero, expresa Rozzi, por lo tanto, los depredadores centrales son las aves rapaces, diurnas y nocturnas. Ocurre que entre ellas el tucúquere es el jaguar, el cóndor nocturno, el ave más grande de las nocturnas”.

Enfatiza su papel en este ámbito: “Si no hubiera estos depredadores, nos llenaríamos de ratones. Porque aquí, a diferencia de otros lugares de Chile, no hay ni pumas ni huiñas ni quiques. Entonces el rol ecológico del tucúquere es clave. Y no se ha estudiado”.

Agrega que esta apreciación se contrapone a la estigmatización de que han sido objeto los búhos tradicionalmente, “por lo que son temidos, indica Rozzi, como brujos, como de mal agüero. Pero con la visión que nosotros aportamos le estamos asignando un sello ecológico positivo. Para nosotros, el tucúquere es un búho de buen agüero”.

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