En 1985, una colaboración entre la entonces URSS y otros países llevó a Venus al olvidado programa Vega, una misión de dos globos que a 45 kilómetros de la superficie, se encargó de tomar los primeros datos de su atmósfera, siendo la primera experiencia de vuelo de aparatos no motorizados en otro planeta.
Más de 35 años después, esta marca está a punto de ser superada: será en abril próximo, gracias al primer e histórico vuelo de un aparato motorizado en otro planeta, cuando el helicóptero Ingenuity despegue del suelo para elevarse brevemente en Marte.
Similar a un dron de gran tamaño, Ingenuity por ahora se encuentra adherido al área inferior del rover Perseverance, que aterrizó en el planeta rojo el mes pasado y que hace algunas semanas realizó su primer paseo espacial. Con una inversión de 85 millones de dólares por parte de la agencia espacial estadounidense, el pequeño helicóptero se compone de cuatro pies, un cuerpo y dos hélices superpuestas, con un peso de 1,8 kilos y 1,2 metros de un extremo a otro de la hélice.
“Nuestra mejor estimación en este momento es el 8 de abril”, dijo Bob Balaram, ingeniero jefe de Ingenuity, sobre la fecha del evento, añadiendo que el día elegido aún podría cambiar.
Haciendo historia
De resultar exitoso, el vuelo del Ingenuity será una verdadera hazaña, ya que el aire marciano tiene una densidad equivalente a sólo el 1% de la atmósfera terrestre. Además, durante el día marciano, la superficie del planeta recibe sólo la mitad de la cantidad de energía solar que llega a la Tierra durante el día, y las temperaturas nocturnas pueden descender hasta menos 90 ºC, lo que puede congelar y agrietar componentes eléctricos desprotegidos.
Las comparaciones son el primer vuelo de los hermanos Wright en diciembre de 1903 son inevitables, tanto que un trozo de la tela de la aeronave que despegó hace más de un siglo en Carolina del Norte, Estados Unidos, fue puesta en su estructura como homenaje.
Pero no esperemos que el vuelo del dron sea muy extenso. Tras recibir las órdenes de la Tierra, algunas horas antes por la distancia entre ambos planetas, el aparato despegará de forma vertical, se elevará a una altitud de tres metros, suspendiéndose durante 30 segundos para luego girarse sobre sí mismo, y posarse en el suelo marciano. Aún así, será suficiente para hacer una foto panorámica del lugar, tomando 30 fotos por segundo.
En cuanto al lugar del despegue, este se ubicará al norte del aterrizaje del Perseverance, al que arribará en algunos días. Una vez allí, Ingenuity caerá al suelo desde el rover, que se alejará de él unos cinco metros para darle espacio y dejar que el dron recargue sus baterías con energía solar. Su vuelo será registrado por el rover con sus cámaras, esperando registrar cinco vuelos en total en el transcurso de un mes, con distinto grado de dificultad.
Se espera que este tipo de pruebas ayude a que en el futuro, otros drones más avanzados puedan alcanzar áreas en las que los rovers no pueden llegar, como los cañones. Uno de ellos será el programa Dragonfly, que en 2026 será enviado hacia la luna más grande de Saturno, Titán, arribando en 2034.