Masters de Augusta: Niemann demuestra su personalidad en el retorno de Tiger Woods al PGA
El chileno consiguió el mejor resultado del grupo que compuso junto a Oosthuizen y al ganador de 15 majors, logrando cerrar la ronda con -3 en su tarjeta. Mañana volverá a tener que convivir en un trio que se lleva toda la atención del público.
Un día histórico para Niemann y el golf chileno, así de simple. Vivir una ronda del Masters de Augusta y acompañado por Tiger Woods, es algo que no muchos pueden contar. Una prueba difícil por la atención y la presión que se recibe durante los golpes. Pero que a Joaco no lo intimidó. Fue el jugador estelar del grupo y comandó el trio durante el retorno del “tigre” al circuito. Entre las azaleas y magnolias, firmó una tarjeta de -3. El ganador de 15 majors cerró con un golpe bajo par.
Pese al retraso de casi media hora que hubo en los primeros grupos de la mañana, nadie se movió del tee del hoyo uno hasta que Tiger, Niemann y Oosthuizen golpearon su primer tiro. Todos los focos estaban puestos en el regreso de Woods tras 14 meses de recuperación por el accidente automovilístico que sufrió, pero el chileno estaba preparado para comandar ese trio.
Aunque metió un bogey en la primera bandera, el talagantino siempre fue el mejor de ese grupo estelar. Mientras el sudafricano rápidamente sumó golpes y Tiger no podía pasar del par, Joaquín se dio el gusto de reponerse de ese castigo con dos birdies consecutivos en el tres y el cuatro.
Así, la decisión de la organización de que el nacional acompañara a quien es el segundo mayor ganador en la historia del torneo, comenzaba a justificarse. Y es que Joaco no solo estaba ahí por ser el campeón del Genesis Invitational, sino porque la gente de Augusta le dio un voto de confianza a su persona, como uno de los jugadores jóvenes más interesantes, y al golf latino en general. Si el año pasado Matsuyama se llevó la chaqueta, ¿por qué ahora no podía ser el turno de un sudamericano? El continente pedía un grupo estelar.
Y golpes como el del nueve lo rectificaron. Fue un momento donde toda la gente que miraba a Tiger, no tuvo más chance que rendirse ante el chileno. Clavó un segundo tiro de 105 yardas y tras llegar pasado a la bandera, la inclinación hizo lo suyo y llevó de vuelta la pelota al hoyo. Un águila fenomenal, de un tipo clase mundial. Lo mejor es que quedaba como líder del torneo en aquel momento.
Todo aquello en momentos en que Tiger cerraba los primeros nueve hoyos con par en su tarjeta. Un birdie y un bogey eran el saldo del estadounidense en esos momentos, quien mostraba ciertas complicaciones al caminar. Su pie derecho sin duda se resentía con las constantes ondulaciones de la cancha de Augusta.
Pero pese a eso, las ovaciones llegaban cada vez que Woods metía incluso un par. El público se revolucionó con su presencia y le entregó todo el cariño que pudo. No hubo nadie en Augusta National Golf Club que no le hubiese destinado un aplauso al ganador de 15 majors. Los par del 13 y el 16 los que más locura produjeron.
Pero Tiger siempre estuvo más atrás que Niemann. El chileno constantemente le sacaba 30 o 40 yardas al de Cypress y a Oosthuizen, dejando en claro que de los tres, el que estaba en mejor forma era él. Por eso la jornada fue más que provechosa para Joaco. En un día donde tenía mucha presión encima, jugó de manera relajada y potente. Algunos putt no fueron los mejores y otros approach le quedaron cortos, pero eso siempre puede pasar. Lo importante es que tras los primeros 18 hoyos quedó arriba en la tabla y con varios golpes para la repetición del día. Mañana volverá a salir en el mismo grupo, quizás ya más habituado a tener que jugar al lado de una leyenda que provoca estragos con cada paso que da.
La leyenda por su parte festeja su vuelta al PGA. Lo hizo en el escenario más importante del mundo y con la atención de todos los que llegaron a Augusta. Los golpes los tiene, pero este será un desafío más físico que golfístico para Tiger.
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