La "crisis de confianza" ha sido uno de los grandes temas que se han instalando en la memoria de los chilenos en los últimos años. Esto sobretodo después de que se destaparan casos de financiamiento irregular en la política y el fraude en Carabineros.

Así al menos lo demuestra un estudio realizado por el Consejo para la Transparencia, que concluyó que siete de cada diez chilenos considera que los organismos públicos son "muy corruptos".

La misma encuesta evidencia que el 86% -es decir, casi nueve de cada diez- de la población afirma que "no se puede confiar en la mayoría de las personas. Solo un 23% cree que sí se puede confiar en el sector público, mientras el 25% considera que se puede confiar en el mundo privado.

El presidente del organismo, Marcelo Drago, explica que "el creciente nivel de desconfianza y la negativa percepción que hoy las personas mantienen de los organismos públicos, no solo es el reflejo de una crisis que hace tiempo viene agudizando la desafección de los chilenos hacia el Estado, sino que también, es el reflejo de una sociedad cada vez más crítica y empoderada, que exige mucho más a las autoridades públicas".

"En esto no hay que usar eufemismo: muchas instituciones, públicas y privadas, le fallaron al país", agrega.

Otros resultados que arrojó el estudios son que el 80% de los chilenos cree que la relación de los ciudadanos con el Estado es distante; un 77% la califica como de "no cooperación"; un 71% de "mal trato" y un 76% de discriminación.