La Iglesia San Francisco de Sales estaba repleta. Empresarios, políticos, altos ejecutivos, amigos y familiares se despedían ese 29 de agosto de 2007 de uno de los principales hombres de negocios del país, Anacleto Angelini.

Maurizio Angelini caminó decidido, se paró frente al micrófono y habló sobre el legado de su “tío Cleto”. “Hizo mucho con lo relacionado a la responsabilidad social de la empresa, pero todos los actos de solidaridad los hizo en silencio, porque cuando la solidaridad no se hace en silencio deja de serlo”, fueron parte de sus palabras. En el eco de las paredes de ladrillos se oyeron murmullos. “Es el hijo arquitecto de Roberto”, comentaban los presentes.

Roberto Angelini

Maurizio, el segundo de los cuatro hijos del presidente de Empresas Copec, Roberto Angelini, tenía entonces 30 años y recién empezaba a tomar posiciones en las empresas del grupo. A diferencia de las nuevas generaciones de familias empresarias que se preparan para tomar la posta de los negocios y siguen carreras afines, Maurizio optó, al igual que su madre, Ana María Amadori, por la arquitectura. Estudió en la Universidad de Chile, la misma de la que egresó su mamá años antes y luego de terminar sus estudios creó su propia oficina 57Studio junto a Benjamín Oportot, su socio hasta el día de hoy.

El mismo año de la muerte de su tío Anacleto, Maurizio asumió como director de Inversiones Angelini, sociedad controlada por Roberto y Patricia Angelini Rossi, dueña del 63,4% de AntarChile. Y tres años después ingresó al directorio de Elemental, la oficina del premiado arquitecto Alejandro Aravena, donde Copec tiene un 40%.

Desde ese rol, Maurizio fue forjando una visión sobre el rol de un director de empresa, pero también sobre lo público y lo urbano, siempre con un pie en lo social, por la naturaleza de los proyectos de viviendas básicas que desarrolla Elemental. Es esa perspectiva la que hoy se valora en Empresas Copec, a la que acaba de entrar, el 28 de abril, como director. “Tiene una mirada moderna de lo social desde los territorios, una mirada que no está en los directorios normalmente”, dice un director de larga data en el grupo. Y agrega: “Es interesante lo de Maurizio, porque viene de una vertiente intelectual distinta, pero desde Elemental conoce el territorio desde la bajada empresarial”.

Otros van más allá. “Su sensibilidad y respeto por el territorio y las personas dan esperanzas sobre el futuro de nuestro país”, opina Alejandro Hormann, director de Elemental. Un ejecutivo del grupo afirma que las empresas deben tener diferentes miradas: “Los arquitectos generan una disciplina y entrenan su criterio para ver cómo se inserta su diseño en el entorno, por lo tanto esa sensibilidad va a ser un aporte a los negocios de empresas Copec”.

Y las miradas son ahora un poco más amplias en Copec. Por primera vez, al directorio de nueve integrantes que preside Roberto Angelini (72 años) entraron dos mujeres: Karin Jürgensen, electa por los controladores, y Marcela Achurra, por las AFP.

Otra cosa es con guitarra

Con 44 años, casado con la sicóloga Montserrat Samacoitz y padre de tres hijos, el segundo de los Angelini Amadori tendrá ahora que repartir su tiempo entre las diferentes actividades que realiza. Además del directorio de Elemental, participa del proyecto Las Salinas de Viña del Mar, preside el directorio de la Corporación para la Integración del Borde Costero Central de Arica y es socio de 57Studio, su oficina de arquitectura, la que no pretende abandonar por sus nuevas responsabilidades empresariales.

57Studio es su espacio propio, donde ha logrado expresar su talento como arquitecto de manera independiente, sin la sombra de ser el hijo de uno de los grandes empresarios del país.

Partieron diseñando un bar en Providencia y terminaron cosechando varios premios: fueron ganadores de la XIV Bienal de Arquitectura de Chile en 2004, seleccionados para exponer en la IX Bienal de Venecia, premiados en 2016 en la Bienal Iberoamericana de Arquitectura X Biau y ganadores del primer lugar de Casa FOA Chile en 2016. En 2020 obtuvieron el primer premio de la categoría industrial del concurso internacional Arquitecture Masterprize con el edificio en madera Oficinas E2E, el mismo con el cual hoy son finalistas en el premio Obra del Año 2021 de ArchDaily, el sitio web de arquitectura más visitado del mundo. El arquitecto también ejerció la docencia: de 2005 a 2012 fue profesor de taller en las Universidad de Chile, Diego Portales y Andrés Bello.

“Conozco a Maurizio desde hace más de una década, y junto a su socio de 57Studio, Benjamín Oportot, se han consolidado como una de las oficinas de arquitectura emergente más relevantes y destacadas del país”, dice el decano de la Facultad de Arquitectura de la UDD, Pablo Allard.

Pero más allá de su fama en lo puramente arquitectónico, también se destaca su mirada en los proyectos urbanos del grupo Angelini. Quienes lo conocen dicen que en la regeneración urbana de Las Salinas en Viña del Mar su rol -participa desde 2012 en el equipo estratégico del proyecto- ha sido determinante para que el proyecto tenga un valor urbano, de espacio público, más que inmobiliario. “La mirada de Maurizio es que debe estar integrado a la ciudad. Es un proyecto en donde no se puede perder plata, pero tampoco es un negocio donde se quiera estrujar hasta el último metro cuadrado. No prima acá la lógica inmobiliaria”, dice un cercano al grupo.

En Arica, en tanto, lo que partió como una iniciativa para que la empresa Astilleros de Arica integrara sus instalaciones a su entorno inmediato se transformó en un convenio público-privado que busca generar un espacio urbano integrado a la zona costera de la ciudad. En este proyecto, 57Studio es el encargado de diseñar la visión urbanística.

Con todas esas responsabilidades, el nuevo director de Copec tendrá que encontrar el espacio para disfrutar de sus pasatiempos: leer sobre arquitectura y disfrutar de la música. Todos sus hermanos -son cuatro, Daniela, Maurizio, Claudio y Mario- tocan un instrumento. El suyo es la guitarra.

Preguntas complejas

Maurizio Angelini es el primer representante de la tercera generación -que integran los cuatro hijos de Roberto Angelini y los tres de Patricia: Franco, Maximiliano y Josefina Mellafe Angelini- en asumir un sillón en Empresas Copec, el holding que controla Arauco, Copec Combustibles, Abastible y Corpesca, y que es la principal empresa chilena de la bolsa chilena por capitalización bursátil, con casi US$ 14 mil millones, pero que llegó a valer US$ 26 mil millones a fines de 2010.

Hace un año, en abril de 2020, ya había debutado en AntarChile, la matriz de Copec, que también preside su padre. “Yo creo que es bueno que sea un hijo de Roberto, da continuidad a la familia. Alguien podría decir que es bastante obvio, pero hay familias que no quieren cerca a sus hijos. Esto muestra que se está ejecutando el plan de sucesión”, menciona un miembro del grupo.

Por la rama de Patricia Angelini, su primogénito, Franco, integra los directorios de Celulosa Arauco y Constitución y de Forestal Arauco.

Maurizio Angelini está bien considerado en el mundo ejecutivo de Copec. Aunque es con Arturo Natho, actual gerente general de Copec, con quien más se conoce, porque comparten directorio en Elemental, también ha generado vínculos con ejecutivos de las otras empresas del grupo, especialmente en Arauco, donde se ha involucrado principalmente con el área de innovación en proyectos relacionados con la construcción en madera. Precisamente en Arauco sus hermanos Claudio y Mario tienen cargos gerenciales.

Extremadamente riguroso, una característica que destacan quienes compartieron con él en la universidad, también puede ser obstinado y terco, dice alguien que ha tenido reuniones de negocios con él y que relata que Angelini suele formular preguntas complejas, relacionadas con su formación, que desafían al management. “Como arquitecto está siempre con una pata en el territorio y el territorio es conflicto, es dinámico, es transporte, es medioambiente, son dilemas difíciles de resolver”, dice un interlocutor de Angelini.

La influencia de Aravena

Quienes lo conocen dicen que es muy preocupado de las formas y los detalles, bueno para escuchar, formal y sencillo. Un exsocio de Elemental que recuerda un episodio que lo retrata. “Cuando Elemental fue a Venecia para recibir un premio, con mi señora nos encontramos con él en el aeropuerto. Nuestro plan era pedirle que compartiéramos una lancha para llegar a la ciudad que costaba 150 euros, pero él nos dijo que tenía un dato superbueno y nos llevó hasta el vaporetto que se demora 1 hora y media y donde tuvimos que hacer una cola eterna. Mi señora todavía no me lo perdona”, cuenta entre risas. Y agrega: “Los elementales tenían un departamento arrendado en Venecia y este gallo durmió en un colchón en el suelo, porque era mucha gente. Es un tipo increíblemente sencillo, con ganas de ser más normal de la cuenta”.

Alejandro Aravena

La influencia del ganador del Pritzker Alejandro Aravena y fundador de Elemental en la mirada de Maurizio Angelini es innegable, coinciden varios que lo conocen. Ambos están muy al día de lo que ocurre en la arquitectura a nivel mundial, tema que suelen comentar en los directorios de la empresa. “A Maurizio le atrae mucho la pregunta base de Elemental: cómo involucrar el buen diseño a la vida de las personas a través de algo tan esencial como la vivienda de los chilenos. Es bien imitador de Alejandro”, dice una persona cercana a ambos.

“Le importa mucho la parte de la participación ciudadana de los proyectos en los que se involucran las empresas del grupo. Recuerdo en una reunión cuando hablamos del proyecto social de Arauco, nos preguntó cómo había sido el acercamiento a las personas para llevarlo a cabo. Aravena ha sido bien importante en esa formación”, coincide un ejecutivo del grupo.

Lo cierto es que la mirada del nuevo director de Empresas Copec desde la arquitectura también ha permeado el modelo de negocios de Elemental. Una de las grandes discusiones que enfrentó esta oficina fue qué porcentaje enfocar en la vivienda social y cuánto en iniciativas de vanguardia arquitectónica. Mientras algunos en Copec querían solo enfocarse en los proyectos de vivienda social; otros querían equilibrar con iniciativas con buenos márgenes. “En eso Maurizio fue bien determinante, fue clave en darse cuenta de que si Elemental solo hacía viviendas sociales perdería influencia, conocimientos y capacidad de hacer preguntas nuevas. Los proyectos de alto vuelo siempre están rodeados de buenos arquitectos, ingenieros y eso te mantiene activo y con preguntas exigentes. En eso se alejó de la tradicional mirada sobre la responsabilidad social empresarial que suelen tener las empresas”, recuerda un director de la firma de arquitectura.

La política y Corpesca

Aunque es muy reservado con sus vínculos, Maurizio Angelini es parte de un grupo que se reúne cada cierto tiempo y en el que participan empresarios como el exgerente general de Falabella, Sandro Solari; el abogado Guillermo Carey; el gerente general de Copec, Arturo Natho; Alejandro Hormann; el mismo Alejandro Aravena y Gonzalo Arteaga, también socio de Elemental. Sus conversaciones siempre terminan tratando sobre la situación país. “Es un grupo que comparte ciertas visiones y siempre terminamos arreglando lo insolucionable. Y siempre salen ideas y proyectos. Son todos gallos preocupados de lo público, que entienden de políticas públicas”, cuenta un miembro de este grupo.

Sandro Solari

Aunque no se identifica públicamente con ninguna tendencia política, el nuevo director de Copec tiene amistad con personas de distinto signo y quienes han compartido con él coinciden en que no ha mostrado incomodidad a que ejecutivos ligados a las empresas del grupo manifiesten abiertamente su domicilio político. Ocurre por ejemplo con Alejandro Aravena que es parte del equipo programático de la candidata presidencial del PS, Paula Narváez.

Tampoco fue tema para Maurizio Angelini, dice un miembro del directorio, el que la Elemental haya realizado una intervención en las ventanas de su oficina ubicada en el último piso del edificio Santa María, en la que se leía la palabra Aprobemos, en plena campaña del plebiscito por una nueva Constitución. La intervención, eso sí, fue suspendida casi al nacer por la propia empresa.