Jason Blum, productor: "Nunca pensé que Get out iba a ser el fenómeno en el que se transformó"

blum

El fundador de Blumhouse, la productora más rentable de 2017, habla de su exitoso año y su próximo proyecto, La noche del demonio: la última llave, que se estrena el 11 de enero.


"Fue definitivamente nuestro mejor año en lo económico. No sé cuánto dure esto, pero estoy tratando de disfrutarlo mientras pueda", dice Jason Blum (48), fundador de Blumhouse. El realizador tiene razones para estar contento con 2017: su productora, caracterizada por cintas de terror de bajo presupuesto, tuvo las dos películas más rentables del año; Fragmentado y ¡Huye!, que recaudaron en conjunto más de US $ 500 millones. La segunda además está nominada a dos Globos de Oro, y asoma como carta fija en los próximos premios Oscar.

El 11 de enero la productora estrenará su primera película del año, La noche del demonio: la última llave, cuarta película de la franquicia iniciada en 2011. En conversación con Culto, Blum adelanta esa cinta y analiza el fenómeno de ¡Huye! de cara a la temporada de premios que comienza la próxima semana.

-Cuando realizaron La noche del demonio en 2011 ¿Fue pensada como una historia para crear una franquicia?

-Definitivamente no. Hicimos la primera película con 900 mil dólares, y cuando haces una película con tan poco dinero, definitivamente no esperas que se transforme en algo grande (se ríe). Pero estoy muy feliz que se haya transformado en una franquicia, aunque no haya sido el plan inicial.

-La película anterior y esta son precuelas de la primera, centradas en la historia de la médium de esa cinta (Lin Shaye). ¿Se sigue aquí profundizando en ese personaje?

-Esta es definitivamente la película en donde aprendemos por qué se convirtió en quien es. Cómo aprendió a usar sus habilidades, a hablar con los muertos, y exploramos más su niñez, que fue una etapa muy difícil.

-¿Siempre le atrajo el cine de terror?

-La verdad no. Cuando era más joven, no era un fanático del horror, era un fanático del cine. Lo que me llevó al horror fue cuando hicimos Actividad paranormal (2009). Antes de eso había trabajado en películas independientes y en otras de grandes estudios, pero lo que pasó con esa cinta fue que fue producida de forma independiente, y distribuida por un estudio. Amé la idea de que el cine de terror te permitía tener ambos mundos, el independiente y el de los estudios. Y quise hacer más de eso.

-Hoy en día a las grandes producciones de Hollywood les cuesta atraer al público, pero las cintas de terror tienen un éxito casi constante. ¿Por qué cree que pasa eso?

-Para mí ha sido un muy buen año para el terror porque Donald Trump es presidente. Él ha transformado a Estados Unidos en una película de terror permanente, y creo que eso hace que la gente quiera ir más al cine a ver estas películas. Primero ven terror real en las noticias, y luego ven terror falso en el cine (se ríe). Sería mucho más feliz si a nuestras películas no les fuera bien y Hillary Clinton fuera presidenta. Pero este es el mundo que nos tocó.

-¡Huye! se transformó en una verdadera sorpresa, acaparando elogios y premios durante el año. ¿Tenían claro el impacto que la película –una contingente historia de terror y racismo- podía generar?

-La verdad, no. Amé el guión desde el primer momento en que lo vi, y cuando la presentamos en Sundance en enero tuvimos una muy buena recepción. Pero no imaginé que iba a ser el fenómeno que fue. Uno como cineasta siempre espera que una película pueda tener un gran desempeño tanto con la crítica como la audiencia, pero rara vez pasa.

-¿Siente que el hecho que la película esté nominada a premios puede validar más al género de terror? Los premios suelen ignorar a este tipo de cintas.

-Eso es lo que me tiene más emocionado. Somos como los rebeldes porque la academia no suele reconocer a las películas de terror, o de género en general. Me parece que la última vez que una cinta de terror ganó el Oscar fue El silencio de los inocentes. Entonces me entusiasma la posibilidad. La promoción ha sido un trabajo duro; la hemos tenido que vender más como un thriller a lo Hitchcock que como una cinta de terror. Pero estoy feliz, porque creo que es una película que tiene los méritos.

-¿Y qué opina de la polémica decisión que la cinta compita como una comedia en los Globos de Oro en vez de un drama?

-Lo que me gusta es que ese hecho ha demostrado lo apasionada que se siente la gente con ¡Huye!. Incluso cuando muchos se enojaron cuando se enteraron de eso, demostraba lo mucho que les importa. Es una película difícil de definir, y si existiera una categoría de terror, sería más fácil, pero tienes que elegir entre comedia o drama. Y yo no creo que sea ninguna de las dos. Pero nunca anticipé que se fuera a generar una gran discusión. Quizás en retrospectiva la habríamos mandado como un drama, claramente la categoría de comedia fue un error. Pero mi esperanza es que toda la gente que no es fanática del terror haya visto toda esta discusión, y se haya interesado en esta película de la que todos hablan. Creo que es bueno que haya mantenido a la gente hablando de nuestra cinta.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.