Estaban reunidos, pero no es un escenario. Un sketch para el programa Almost Live, en 1994, reunió a Dave Grohl, de Nirvana, Kim Thayil de Soundgarden, y a Mike McCready de Soundgarden, quienes bromeaban como improbables monitores de un campamento de rock and roll, a la vez que se reían de sí mismos como estrellas musicales del momento. “Hola, soy Dave Grohl de Nirvana. Ven al Rock Star Fantasy Camp y tú también puedes aprender los trucos del oficio del rock ‘n’ roll”, decía el músico.

Eran días en que el grunge había revitalizado el interés por el rock de la juventud, a partir del éxito comercial y de crítica de discos como Nevermind, Badmotorfinger y Ten. Pero la combinación entre fama y juventud no siempre resulta bien. Aunque el baterista Matt Cameron, de Pearl Jam, y el bajista de Nirvana, Krist Novoselic, hoy están reagrupados en una nueva banda, 3rd Secret, junto a Thayil, durante los años de gloria, los rumores de tensiones entre las bandas de los dos primeros, eran frecuentes.

Nirvana

Si bien, ello no es raro en el mundo del rock and roll (por ejemplo, la rivalidad más mediática que real de los Beatles y los Rolling Stones, o la muy bullada de Oasis y Blur), habitualmente se trata de viejas rencillas locales que luego salen a la luz con una atención diferente. En este caso, se trata de una generación de bandas surgidas en Seattle que de sopetón se encontraron con un golpe de reconocimiento difícil de manejar.

En su estilo, Kurt Cobain enfrentaba las infaltables preguntas sobre la figura de Eddie Vedder, en un interés por generar interacciones poco amistosas entre ambos. “Nunca tuvimos una pelea. Siempre he odiado a su banda”, dijo el zurdo a MTV en 1993, dejando en claro que si bien no eran amigos, tampoco había un encono particular. “Hemos tenido algunas conversaciones por teléfono, me gusta mucho. Creo que es una persona muy agradable”.

El mismo Vedder se refirió al asunto en charla con Howard Stern en noviembre de 2020. “Lo único que me molestó de eso [la supuesta rivalidad] fue porque era público y la gente estaba reaccionando: no era como entre nosotros. Hubo cierto escritor que sacó una cita de Jeff Ament, y sacó una cita de Kurt, y eso hizo que para la prensa fuera interesante. Pero realmente, siempre sentí que somos nosotros contra el mundo, nuestro pueblo contra el mundo, no nuestra banda contra otra banda”.

Para él, la explicación para todo el embrollo estaba precisamente en el hecho que las bandas salieran de una escena muy particular en que se desarrollaron variadas lecturas del rock, aunque con una compartida moral do it yourself. “Teníamos una buena escena aquí y cambió un poco -detalló el cantante- Algunos de mi público en el pasado tenían a nuestra banda con gran desdén: a algunas personas en el mundo les gustabas, pero a algunas personas les molestaba o simplemente odiaban tu música o lo que sea. … ¡y estuve de acuerdo con ellos en todos los puntos!”.

Pearl Jam

En la misma charla, la voz de Pearl Jam recordó los años formativos como ruidosas bandas rockeras en antros y fiestas desperdigadas por la ciudad. “Después de un show en el Crocodile [Café] cuando tocaban tres o cuatro bandas, Girl Trouble o Melvins ... había una fiesta posterior en el sótano de alguien en esta casa antigua y genial en Seattle que estaba un poco destartalada y luego, de repente Krist Novoselic de Nirvana tocaría el bajo, y yo tocaría la batería, y tocaríamos canciones de los Beatles, con este tipo de Fastbacks, Kurt Bloch tocando… era un gran momento”.

Además habían conexiones; antes de formar parte de Pearl Jam, Jeff Ament y Stone Gossard, además de Mark Arm y Steve Turner, de Mudhoney, pasaron por Green River, una de las bandas pioneras de la escena que no consiguió el éxito comercial. “Una de mis bandas favoritas de Seattle era Mudhoney, y había un poco de una facción, con un lado de la música de Seattle aquí, y la nuestra no encajaba tan bien en eso…lo cual estaba bien”, recordó Vedder.

Auge y caída de una generación

Al hablar de cruces, un nombre ineludible es el de Matt Cameron, quien alternó el sillín en Pearl Jam, Soundgarden y el proyecto Temple of the Dog, en que además de Ament, Gossard, Vedder y Mike McCready, también participó Chris Cornell -muy amigo de Vedder desde Seattle-. “Hubo momentos emocionantes en los que Nirvana y Pearl Jam se hicieron populares, y finalmente obtuvimos la popularidad y las ventas de discos que merecíamos”, detalló el músico en charla con Norway Rock Magazine.

Él mismo ha celebrado el éxito que consiguieron sus paisanos de generación y más importante, resaltó que cada quien tenía su identidad. “Cuando salió el disco de Nirvana [Nevermind, 1991], ya sabes, fue un momento muy emocionante e hicieron el disco que querían hacer, no cambiaron nada, ellos...esa fue una declaración realmente honesta -comentó en 2015 al portal The 13th Floor-. Entonces así operaban todas las bandas a finales de los 80 y principios de los 90. Tratábamos de sobresalir, pero no estábamos necesariamente interesados en sonar igual”.

Soundgarden

Un interés que parecía compartir Kurt Cobain, quien tenía buena opinión de los hombres de Black Hole Sun. “Sé que tenía mucha admiración por Chris [Cornell] y admiración por Soundgarden -comentó el biógrafo de Cornell, Corbin Reiff, en 2021-. Ben Shepherd, bajista de Soundgarden, estuvo de gira con Nirvana. Se suponía que iba a ser el segundo guitarrista, pero terminó trabajando en la mesa de merchandising por un tiempo, y era muy amigo de ellos”.

Pero esa generación, además de las glorias, compartió los costes de la fama; estos acabaron por sepultar a una generación de músicos, más allá de la muerte de Cobain. “Cuando Nevermind despegó como un cohete en 1991/92, y Pearl Jam siguió con Ten, ya era una sensación de que las cosas habían comenzado a ir cuesta abajo -explicó Kim Thayil en la misma entrevista junto a Cameron-. No me malinterpreten, me encantan tanto Nevermind como Ten, y creo que Soundgarden todavía entrega productos [en referencia a King Animal, de 2012], pero las bandas de imitación ya habían comenzado a salir en MTV. No diré demasiada mierda sobre otras bandas, tenían buenos músicos y buenas canciones, pero estaban más orientados hacia MTV y la radio que nosotros”.

Aunque los años acercaron algunas posiciones. Un muestra; en julio de 2014, Novoselic publicó en un blog una sentida entrada en que apoyó a Vedder, quien durante un show de Pearl Jam en Inglaterra, lanzó una larga declaración contraria a las guerras, en respuesta, según aseguró la prensa de entonces, a recientes bombardeos israelíes en la franja de Gaza. “Gracias Eddie Vedder por defender la paz en nuestro mundo”, escribió. El tiempo y el rock lo enmendaron todo.

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