“Atrapado entre lo serio y lo tonto”: el cuestionado retorno de El Exorcista

David Gordon Green, responsable del revival de Halloween, se encarga de dirigir El Exorcista: Creyentes, una película que se plantea como una nueva secuela de la cinta de 1973. Contempla el regreso de Ellen Burstyn, y apuesta por incluir a dos adolescentes poseídas y a diversos credos. Sin embargo, en general no ha convencido a los críticos, que consideran que “carece de toda la elegancia y sofisticación del texto original” y tildan la vuelta de la actriz como “narrativamente torpe”.


El exorcista: Creyentes llega en un momento en que cualquier revival desearía: a las puertas de que la película original cumpla medio siglo de vida, en diciembre próximo. Una circunstancia temporal que se refuerza mediante el planteamiento de una trama que omite completamente las dos secuelas y las dos precuelas de la saga, y logrando el regreso de Ellen Burstyn en el rol de Chris MacNeil, la madre de Linda Blair en la cinta de 1973 dirigida por William Friedkin.

David Gordon Green, el mismo realizador que consiguió resultados dispares con otro regreso de un éxito de los 70 (Halloween fue un acierto, pero no así Halloween kills: La noche aún no termina y Halloween: La noche final), toma las riendas de la que pretende convertirse en una nueva trilogía sobre El exorcista. Al menos esa es la propuesta de Universal Pictures y Peacock, que desembolsaron US$ 400 millones en los derechos para realizar una franquicia en torno a la historia.

Foto: Anne Marie Fox/Universal Pictures

Recién estrenada en cines chilenos, El exorcista: Creyentes gira en torno a Victor Fielding (Leslie Odom Jr.), un padre que, en medio de un terremoto en Haití, tuvo que elegir entre salvar a su hija que estaba por nacer o a su esposa. A 13 años de esa tragedia, vive en un pueblo de Georgia junto a su hija adolescente, Angela (Lidya Jewett). Aunque no le permite salir con demasiada frecuencia, un día le permite acudir a la casa de una amiga, Katherine (Olivia Marcum). Se arrepiente de esa decisión cuando se da cuenta de que las niñas desaparecieron en el bosque y, tres días después, las encuentran con recuerdos fragmentados y un comportamiento perturbador.

Ese escenario le permite al guión traer de vuelta al personaje de Burstyn, quien aún lidia con la experiencia de haber visto a su hija poseída por el demonio. Desde entonces, Chris escribió un libro a partir de esos traumáticos eventos y ha perdido contacto con Regan (Linda Blair).

Para abordar el caso de Angela y Katherine también aparecen Ann (Ann Dowd), una vecina de Victor que durante joven fue novicia; el padre Maddox (E.J. Bonilla); la doctora Beehibe (Okwui Okpokwasili), una sacerdotisa africana, y expertos pertenecientes a otros credos. En síntesis, al menos en esta nueva encarnación de El exorcista, el catolicismo no es la única doctrina que puede combatir al mismo demonio.

Foto: Anne Marie Fox / Universal Pictures

Pese a sus ambiciones, la crítica no ha quedado demasiado impresionada con el resultado. “Al igual que con su reinvención de Halloween, el filme está atrapado entre lo serio y lo tonto, una historia apenas cincelada de un padre que lidia con el duelo y la fe en oposición a escenas de una niña demoníaca que grita la palabra con C mientras escupe baba”, opinó The Guardian, asegurando que “es poco probable que convierta a los fanáticos acérrimos en creyentes”.

“Todo está mal explicado y justificado, pero la película tiene una postura anticatolicista algo interesante”, agregó el periódico británico.

Según Los Angeles Times, “las chicas se agitan y gimen, el demonio gruñe cosas indescriptibles, pero no es nada que no hayamos oído ni visto antes. Es mucho ruido sin nada particularmente original que decir: un filme que carece de toda la elegancia y sofisticación del texto original”.

El regreso de la actriz de la primera cinta también ha sido foco de cuestionamientos. “A Burstyn, una gran actriz, le sobra presencia. Ella es la que en la película realmente parece poseída por la profundidad de lo que ha visto”, apuntó Variety, lamentando que su personaje pierda relevancia en un momento de la historia.

“La inclusión de Burstyn, sin embargo, es narrativamente torpe, un débil intento de avivar el dolor familiar que el nuevo filme diluye fatalmente”, planteó The New York Times, junto con afirmar que el uso que se le otorga “sólo subraya la escasez de ideas frescas en el filme”.

Foto: Eli Joshua Adé / Universal Pictures

Por otra parte, el desempeño de Leslie Odom Jr es uno de los aspectos que algunas críticas han rescatado. The Guardian reconoció que muestra “una forma conmovedora y robusta”.

De acuerdo con Paste Magazine, “Odom Jr. brilla a través de sus diversos modos de padre: padre alegre que prepara panqueques, padre en estado de pánico y padre guardián intrépido. Actúa particularmente bien contra Lidya Jewett en su versión demoníaca de rostro podrido; puedes ver su alma romperse mediante las expresiones faciales mientras Jewett realiza su mejor imitación de Regan MacNeil”.

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