La imagen de la espalda de Tim Declercq ahorra mayores comentarios. Mayormente rosada, con evidentes huellas de severos golpes, deja claras las consecuencias que sufrió el ciclista belga al participar en la segunda etapa del Critérium du Dauphine, en Francia, una competencia que se desarrolló bajo una intensa granizada.

“El granizo era tan grande como pelotas de ping pong”, grafica el competidor, que exhibió la imagen de su dañado cuerpo a través de las redes sociales. “Como si el Dauphiné no fuera lo suficientemente doloroso para las piernas”, lamentó en las mismas plataformas.

La tortura fue extensa, pues la granizada se desató apenas comenzó la etapa. El suelo quedó completamente blanco producto de acción de la naturaleza.

Declercq, en tanto, está en duda para la tercera jornada de la prueba debido a la magnitud de las lesiones que sufrió. Deberá ser examinado para determinar si las huellas que dejó la granizada le permitirán volver a montar a competir.