El sábado 26 de marzo, y tras 165 días, el Ejército deberá emprender la retirada de 900 efectivos desde las provincias de Malleco y Cautín, en La Araucanía. Así se pondrá fin al estado de excepción en la zona, luego de que el gobierno decidiera no renovar esta facultad, la cual fue impulsada el 12 de octubre del año pasado, por el entonces Presidente Sebastián Piñera.

Sin embargo, tanto en el gobierno como en las policías están conscientes de que La Araucanía no es una zona más, en términos de seguridad y orden público. Los más de 1.200 atentados ocurridos durante el 2021 y la seguidilla de eventos violentos registrados durante este 2022 siguen siendo una preocupación para las autoridades locales y nacionales.

El último evento que alertó el normal funcionamiento de la comuna de Ercilla fue el violento corte de ruta en las cercanías de la comunidad Temucuicui, que evitó el paso -disparos al aire incluido- de la comitiva que trasladaba a la ministra del Interior, Izkia Siches.

Como el gobierno ha venido anunciando -incluso antes de asumir formalmente- que no renovará el estado de excepción para La Araucanía, las policías han querido explorar otras alternativas para responder a las urgencias que hay en la zona al momento de ser requeridas en un procedimiento policial en las comunas rurales. Y eso ya fue planteado a Interior.

Carabineros y el Ejército ya iniciaron las conversaciones para que la policía pueda activar un “plan B” ante el término del estado de excepción. Para la institución uniformada la colaboración de los militares en los desplazamientos y control fue bien recibida, ya que cuentan con un equipamiento más avanzando para poder llegar a lugares boscosos y de difícil acceso para vehículos con menor capacidad.

Por lo mismo, Carabineros pidió al Ejército la posibilidad de que dejen en La Araucanía 20 carros blindados Mowag (vehículos militares) y así continuar con el uso de este equipamiento, el cual permite entregar protección a las policías cuando se desplazan por las denominadas “zonas rojas” de las provincias de Malleco y Cautín.

Esta, sin embargo, es solo una parte del total de la dotación que la entidad castrense mantenía en la zona, pues tienen una flota total de casi 80 vehículos emplazados en La Araucanía. Según fuentes que conocieron estas tratativas, el Ejército no está en condiciones de entregar más de 20 Mowag, pues “los carros Hunvee, drones, camiones y camionetas no las traspasarán bajo ningún aspecto, porque son parte de las capacidades de las FF.AA.”.

Decisión en manos del gobierno

Tanto Carabineros como el Ejército están de acuerdo en la cesión de los carros, pero falta la respuesta del Ejecutivo, la que está radicada en Interior y Defensa.

Serán ambos ministerios los que ponderarán la necesidad de mantener los Mowag en La Araucanía, o bien, retirar todo equipamiento militar desde las provincias más afectadas por la violencia rural. Consultada la Subsecretaría del Interior, hasta el cierre de esta edición no entregaron una respuesta. Desde la cartera liderada por la ministra Maya Fernández señalaron: “No nos vamos a referir al tema por materias de seguridad y propias de Defensa”.

En caso de aprobarse el acuerdo entre Carabineros y el Ejército, ambas instituciones tendrán que coordinarse sobre el uso de los carros militares. Esto, porque los vehículos Mowag necesitan de conductores instruidos para estos fines.

Así, Carabineros dispondrá de sus instalaciones de Pailahueque (centro de operaciones de la policía uniformada ubicada en Ercilla) para que efectivos del Ejército los capacite sobre el manejo de los blindados, así como también de su reparación.

Estos entrenamientos no son nuevos. Ya durante el estado de excepción el Ejército capacitó a Carabineros sobre el uso del equipamiento que mantenían en la zona, donde cerca de 200 policías fueron instruidos en primeros auxilios, orientación y cartografía, estudios en terreno, navegación satelital, planes y check point (control de personas y vehículos que son detenidos para identificación o inspección de documentos).