“Si no somos capaces de dialogar permanentemente, es muy difícil que podamos funcionar como alianza. Seguramente este fin de semana habrá un sinfín de declaraciones y el lunes estaremos explicándolas, en vez de fijar una posición propia y previa. Creo haber hecho suficientes esfuerzos por impulsar reuniones y diálogos, por lo cual doy por concluida mi participación como supuesta vocera o coordinadora a partir de hoy”.

El mensaje enviado el pasado viernes por la timonel PS, Paulina Vodanovic, al chat que comparten los timoneles oficialistas marcó un nuevo punto de quiebre en la fría relación que mantienen las coaliciones oficialistas. La frustrada reunión -telemática- a la que Vodanovic hizo referencia en su mensaje contó con la conexión de apenas cuatro representantes de los 10 partidos (y un movimiento) que conforman la alianza de gobierno. Incluso, la misma presidenta PS optó por no sumarse al ver la baja convocatoria.

Que el oficialismo no haya podido discutir previo al inicio de esta semana sobre una postura común frente a la ley Nain-Retamal enredó la salida de los principales voceros durante el fin de semana y evidenció -una vez más- las diferencias de fondo entre las coaliciones de Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático.

Con ese desorden -que no ha sido bien evaluado desde La Moneda-, el timonel de Comunes, Marco Velarde, asumió la tarea de citar a una nueva reunión telemática, la que se concretó el martes por la noche a las 20.30, pero con algunas notorias ausencias.

En Revolución Democrática (RD), su timonel y senador Juan Ignacio Latorre, se excusó por permanecer en Sala en la tramitación de la citada legislación. En el caso del Partido Socialista (PS), Vodanovic, a esa misma hora, participaba en el lanzamiento de un libro en la sede de la CUT. La líder PPD, Natalia Piergentili, se encontraba en actividades de campaña al Consejo Constitucional, y Flavia Torrealba de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), no acudió por motivos personales.

Entre los representantes que sí acudieron -Velarde (Comunes), Leonardo Cubillos (PR), Lorena Meneses (CS), Lautaro Carmona (PC), Patricio Rosas (Unir), Juan Carlos Urzúa (PL) y Efren Osorio (Acción Humanista)- fue comentario obligado la ausencia de ese grupo. Durante la tarde de este miércoles -y en un encuentro express por Zoom- se acordó tener una nueva reunión más amplia y extensa entre los timoneles durante el próximo lunes.

Un diagnóstico común

Aunque con distintos énfasis en el análisis, en el encuentro de anoche que duró poco más de una hora, hubo una autocrítica en la que existió coincidencia: la mesa de presidentes oficialistas no ha sido capaz de asumir un rol preponderante en la articulación con el gobierno, una coordinación que algunos definen como “inexistente”.

También se reiteró un diagnóstico que ha sido expresado en otras reuniones. Que la alianza de partidos no es capaz de generar una agenda propia, aparte de los temas bajados desde el Ejecutivo. Se habló también de una débil iniciativa política del oficialismo, que no ha sido capaz de confrontar a la derecha e instalar un relato “fresco” en temas contingentes como -por ejemplo- seguridad.

Hacia el final de la cita, se encomendó a los representantes la tarea de hablar con sus bancadas para enfrentar el próximo objetivo más inmediato: el tercer trámite de la ley Nain-Retamal en la Cámara de Diputados. También se ratificó a Velarde como coordinador de los encuentros periódicos del oficialismo tras la vacancia de Vodanovic. Sin embargo, no se llegó a evaluar la definición de una nueva vocería desde la alianza.

En diálogo con La Tercera sobre la cita, el líder de Comunes señaló que “analizamos el escenario político a propósito de la importancia de la seguridad y la tramitación de Nain-Retamal. Quedamos que en este tercer trámite en la Cámara hay que actuar lo más uniforme posible y respaldar al gobierno”.

Algunos ya dan por hecho que la votación en la Cámara evidenciará nuevamente una fractura en las posturas ideológicas de cada bloque de gobierno. En ese contexto, plantean que los esfuerzos deben estar dirigidos a una reacción en conjunto tras la votación.

Con el complejo escenario de la relación oficialista, la presidenta del FRVS, Flavia Torrealba, señala no está por desechar la articulación de la alianza establecida en el último cónclave de gobierno en noviembre pasado.

“Más que una necesidad de articularnos, es una de nuestras obligaciones como oficialismo. Los partidos que le damos soporte a este gobierno tenemos una gran responsabilidad en la tarea de estabilizar el clima político, que ya está muy enrarecido por las múltiples tareas urgentes que hay que enfrentar y por el asedio constante de las derechas. Sin embargo, esta articulación tiene sentido en la medida que reconozcamos que tenemos miradas distintas, que son perfectamente complementarias por cierto, y especialmente que fijemos objetivos comunes”, dice.

Este nuevo ciclo de reuniones oficialistas se configura ya como el tercer intento por cumplir una aspiración presidencial: la de contar con una sola coalición de gobierno. Hasta ahora, las fuerzas de gobierno solo han podido avanzar hasta una alianza, y con ripios.

Son conocidos los desencuentros y diferencias entre el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad. Basta recordar que con ocasión del plebiscito, no hubo voluntad para una campaña única y partidos como el PPD plantearon sus matices a la opción Apruebo.

Algo similar -pero que derivó en una distancia mayor entre los partidos, por varias semanas- ocurrió tras la inscripción de listas al Consejo Constitucional, donde el oficialismo compite dividido. Así, desde el cónclave mismo -como un primer intento- y la decisión de retomar las reuniones periódicas hace apenas algunas semanas, hoy los partidos de gobierno se enfrentan a una nueva disyuntiva de cómo articular mejor su acción política.