No, no se trata de la frecuencia con la que te llevas la copa a la boca durante una noche de fiesta. La tasa de refresco —o al menos de la que hablaremos en esta ocasión— es una de las tantas características de las pantallas digitales, pero últimamente, y sobre todo en el caso de los teléfonos móviles, se ha convertido en uno de los aspectos más protagónicos de la experiencia visual.

Hasta hace unos años, lo más relevante de las pantallas era su tamaño —medido en pulgadas—, su resolución —medida en pixeles pero también en otros estándares, como FullHD o 4K— y la tecnología con la que están hechas. Tras el reinado del LCD, quien se está tomando el trono en este apartado son las pantallas OLED (o diodo orgánico de emisión de luz), que ya comienzan a predominar en notebooks, consolas portátiles, wearables y celulares.

Pero entre esas tres características se ha colado la tasa, frecuencia o velocidad de refresco de las pantallas, que se vuelve cada vez más importante en los anuncios de los fabricantes. Se mide en hercios (Hz) y aquí explicaremos qué es, cuál es su relevancia y cómo afecta al desempeño de nuestros equipos.

Cómo funciona una pantalla

Antes de saber qué es la tasa de refresco, conviene conocer lo que hay detrás del funcionamiento de una pantalla. Aunque pensemos que ellas están siempre encendidas cuando las miramos, lo cierto es que están constantemente apagándose y prendiéndose, en parpadeos rapidísimos que el ojo humano no es capaz de percibir.

Es el fenómeno conocido como “persistencia de la visión”, en el cual las imágenes permanecen en el cerebro por una fracción de segundo más, lo que permite generar esta sensación de movimiento y continuidad, tal como sucede en el cine y la animación cuadro a cuadro.

Entonces cada vez que una pantalla —ya sea del computador, del teléfono, de una tablet o de una TV— muestra una nueva imagen, esta se prende y se apaga —o se refresca— a una frecuencia muy alta. ¿Qué tan alta? Eso es lo que determina la tasa de refresco, que se mide mediante los hercios (Hz).

Qué son los hercios (Hz)

El hercio es una medida de frecuencia, antes denominada “ciclo por segundo (cps)”, pero que desde 1960 se llama con este nombre, en honor al físico alemán Heinrich Rudolf Hertz, descubridor de las ondas electromagnéticas. Es la unidad que mide el ciclo de repeticiones de un suceso dentro de un segundo.

La fórmula, si nos ponemos matemáticos, es 1 Hz=1/s. Esto quiere decir que algo con una frecuencia de 1 Hz ocurre una vez cada un segundo. Por lo tanto, una pantalla con una tasa de refresco de 60 Hz —el estándar hasta hace poco en los celulares—, se enciende y se apaga 60 veces por segundo.

Aquí se aprecia la diferencia de movimiento entre distintas tasas de refrescos. Fuente: Wikipedia.

En los primeros años del cine, la velocidad a la que se grababan y proyectaban las películas era de 16 cuadros por segundo, o lo que es lo mismo, con una tasa de refresco de 16 Hz. Luego aumentó a 24 cuadros, el estándar que se utiliza hasta el día de hoy.

Pero con los dispositivos electrónicos es diferente, ya que la información que vemos no es solo audiovisual: aparte de los videos está el movimiento que simula la pantalla cuando hacemos scroll en redes sociales, cuando minimizamos o abrimos una aplicación, cuando jugamos un videojuego, etc.

Hace unos años casi nadie hablaba de hercios ni de tasas de refresco en los celulares puesto que todos tenían la misma: 60 Hz. Pero cuando los teléfonos móviles comenzaron a adaptarse a las exigencias del mundo gamer, que demandaban más información en la pantalla y a velocidades muy altas, las tasas empezaron a subir y, sin explicar muy bien su función, se volvieron un plus en la promoción de los equipos. Hoy, modelos de gama media tienen tasas de refresco de 90 Hz, y algunos de gama alta ya se regodean con 120 Hz.

Lo bueno y lo malo de una alta tasa de refresco

Para resumir: una tasa de refresco más alta es capaz de actualizar más rápido las imágenes de la pantalla y, así, darle más fluidez al movimiento que vemos en ella. Videos, animaciones, videojuegos y casi cualquier otra interacción se percibirá mucho más natural, sin interrupciones ni barridos. Cuando la tasa de refresco sube también lo hace la nitidez de las imágenes.

Esos son los beneficios, que serán percibidos principalmente por quienes usan sus teléfonos para correr videojuegos o los utilizan intensivamente para ver y publicar en redes sociales, que cada vez tienen más información, videos y movimientos en ellas. En especial para quienes cuenten con equipos con 120 Hz, el doble de frecuencia que el estándar.

Así cambia la percepción de una imagen en movimiento entre 60 Hz y 120 Hz.

Pero lo malo es que esa tasa aumentada hace que el procesador tenga que trabajar más —debe multiplicar sus esfuerzos al encender y apagar la pantalla más veces—, lo que eventualmente subirá la temperatura del teléfono y agotará más rápido la batería. Por eso es que casi todos los móviles que cuentan con estas velocidades de refresco más altas tienen la opción de activarla o desactivarla, con el fin de no consumir demasiada energía.

Porque lo cierto es que mientras el teléfono esté inactivo, bloqueado o solo lo tengamos para hacer llamadas o mandar o revisar mensajes, mantener activa una tasa de 120 o 140 Hz es un desperdicio. No lo es, en cambio, si estamos viendo videos o usando videojuegos, donde la diferencia será notoria y la experiencia muy agradable.

Eso sí, que la pantalla tenga una tasa de refresco de 120 Hz no significa que gaste el doble de energía que una con 60 Hz. Aunque la frecuencia se multiplica por dos, los encendidos y apagados también son dos veces más breves, por lo que el aumento del consumo energético no es directamente proporcional.

Cómo saber cuál es la tasa de refresco de mi teléfono

Como hemos dicho, los nuevos modelos se promocionan con sus tasas de refresco, por lo tanto si tienes un teléfono móvil reciente no es difícil guglear y conocer cuál es la frecuencia con la que se actualiza la pantalla.

Pero en modelos con más años esta información no es tan sencilla de encontrar. En ese caso lo más fácil es descargar aplicaciones —siempre en Android— que se encargan de entregarnos esos y otros datos sobre nuestros equipos. Las que mencionamos son gratuitas y confiables, aunque con ciertas publicidades que hay que soportar. Una cosa por otra.

La primera de estas apps es DevCheck, desarrollada por Flar2, con la cual podemos enterarnos de todas las características y especificaciones de hardware de nuestro celular: cuáles son sus componentes, en qué rangos funciona, qué capacidad tiene el procesador y la batería, entre muchas otras más. Muy útil para conocer realmente qué tenemos en nuestras manos, como por ejemplo cuál es la tasa de refresco.

Al instalar la aplicación, solo hay que acceder a la pestaña “Hardware” y bajar hasta encontrar la información de gráficos y pantalla. Bajo el nombre de “Frecuencia de cuadros” aparece lo que estamos buscando: los hercios con los cuales se refresca el celular.

Otra opción gratuita es Screen Info, una app dedicada exclusivamente a dar información respecto a la pantalla de nuestro teléfono móvil. Tiene más de 100 mil descargas y una evaluación promedio de 5 estrellas, algo que consigue porque solo cumple lo que promete: entregar las dimensiones, la densidad y la tasa de refresco del celular. Fácil y rápido.

Modelos de móviles con altas tasas de refresco

Este último año hemos probado y reseñado muchos modelos de teléfonos móviles con interesantes tasas de refresco. El estándar de 60 Hz del que hablábamos al comienzo ya no es tal: los equipos de gama media —enfocados en el público general, a un precio que rodea los 400 mil pesos— ya vienen con 90 Hz, mientras que los de gama alta todos tienen 120 Hz.

En el primer caso, un modelo interesante que testeamos durante el 2022 fue el Vivo V25, cuya frontal es AMOLED, tiene 6,56 pulgadas y una resolución FullHD+. Su tasa de refresco es de 90 Hz, no las más alta pero suficiente para disfrutar de las redes sociales y el contenido habitual de internet sin problemas. Nuestro especialista Alejandro Alaluf lo definió al V25 como una “buena opción para el público joven o cualquiera que quiera tener un celular que destaque cuando se saca del bolsillo o la cartera, además de un set de confiables cámaras todo terreno”.

Vivo V25

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Con una tasa más alta tenemos al POCO F4 GT, un smartphone diseñado específicamente para los usuarios gamer, con botones a los costados para usarlos de joystick y toda una configuración que facilita el desempeño de los más robustos videojuegos. Su tasa de refresco llega a los 120 Hz, ideal para soportar todo tipo de juegos, videos y contenidos de la más alta resolución y exigencia. Según Alaluf, por su relación precio-calidad, el F4 GT es el “mejor teléfono gamer del año”.

POCO F4 GT 256GB

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Otro modelo que pasó nuestras pruebas y nos dejó bien conformes fue el Xiaomi 12T Pro, el smartphone punta de lanza de la marca china, un gama alta con un precio muy razonable y una tasa de refresco variable que llega a los 120 Hz. Es decir, el teléfono se ajusta a las distintas exigencias y cuando debe someterse a un videojuego o un contenido en alta resolución, sube los hercios de su pantalla AMOLED. A su vez, estos bajan cuando el uso no los necesita tan elevados.

Xiaomi 12T Pro 8GB RAM

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Sorpresivamente, el teléfono móvil con más alta tasa de refresco que probamos este año fue el Motorola Edge 30 Fusion, un gama media capaz de codearse con los modelos más premium del mercado: pesa solo 175 gramos, tiene un interesante procesador Snapdragon 888+ y una pantalla pOLED de 6,55 pulgadas que se refresca, lean bien, a 140 Hz. Su batería de 4.400 mAh quizá no es la compañía más segura, pero al menos buen rendimiento y calidad de imagen están asegurados. Y por menos de 600 mil pesos.

Motorola Edge 30 Fusion 256GB

$599.990 enAbcdin

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 30 de diciembre de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.