Marcelo Behar, de Natura: “Si las empresas no cambian voluntariamente, lo van a tener que hacer por razones de mercado”

El máximo ejecutivo del área de sostenibilidad de la multilatina brasilera cuenta los efectos de la pandemia en la compañía. Además, Behar muestra la Visión 2030, que acaban de lanzar a nivel mundial.


La conexión entre crisis sanitaria y sustentabilidad es un argumento que están utilizando muchas empresas para definir sus líneas de acción, especialmente las que simbolizan a nivel mundial la mix de negocios con protección al medioambiente, como es el caso de Natura. 2020 empezó movido para la firma brasileña, con la compra de Avon a principios de enero, lo que sumó a las ya adquiridas marcas The Body Shop y AeSOP, lo que la posiciona como la cuarta empresa de cosméticos más grande del mundo. De hecho, según datos de la consultora financiera Refinitiv (diciembre) las acciones de la multilatina rentaron un 32,28% en los 12 últimos meses en la Bolsa de Valores de Brasil, lo que la posiciona como una de las compañías con mejor desempeño del continente.

Pero finalizando el 2020 y comenzando en 2021, Natura está presentando su “Visión de Sustentabilidad 2030”, que tiene como propósito atender algunos de los principales problemas del mundo como proteger la Amazonía y hacer frente a la crisis climática, defender los derechos humanos y “Abrazar la circularidad y la regeneración”.

“La crisis sanitaria permitió a la gente tener una atención más grande a sus impactos en el mundo. La gente está más en casa, ahora verifica lo que hace con basura, cuánto produce, cómo se está cuidando personalmente , cómo está cuidando de su vecino, etc”, cuenta desde Sao Paulo, Marcelo Behar, vicepresidente de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos del Grupo Natura & Co, quien fue nombrado hace unos dos meses como Meaningful Business 100 para 2020. Este premio celebra a las personas en los negocios de todo el mundo combinando el beneficio y el propósito para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

¿Realmente se ha generado más conciencia de la sustentabilidad en las compañías y consumidores este año?

- Es un tema mixto. Por un lado hay una preocupación muy grande, pero no todas las cosas no van a cambiar ahora. Hay temas que son importantes para crear conciencia. Nosotros estamos en discusiones hace más de un año, sobre cuáles serían las metas que teníamos para 2030. Entonces, la crisis sanitaria hizo una catarsis de este proceso. Y con la llegada de Avon a la familia, teníamos que alinear a todas las empresas en el mismo sentido. Remando para un mismo lado. Ese es nuestro “Compromiso con la Vida” de la Visión 2030.

¿Entonces este compromiso es una reacción a lo que está pasando en la pandemia? ¿No algo que tenían planificado antes?

- Ya teníamos las metas para los diez próximos años pero cómo serían direccionadas, es algo que fue modificado por la crisis sanitaria. En nuestro compromiso, hay un pilar que habla mucho de cómo enfrentar la crisis climática, algo que podemos verificar con más calma ahora. Ver si realmente necesitamos generar tantas emisiones (de efecto invernadero). Hay un nuevo modelo que puede surgir después de esta crisis y no necesariamente será hacer lo mismo de antes.

Uno de los pilares de la Visión 2030 también habla de la protección de los derechos humanos…

- Las empresas a veces tienen una relación más económica y productiva. Pero es necesario una proximidad más grande con los públicos internos, sobre todo con la gente que hace todo el día el trabajo. Hay que tener una mirada hacia ellos para garantizar que puedas evolucionar de una manera más humana, con más acceso a salud y educación. Algo que muchas veces no está en la unidad corporativa.

¿Cómo están abordando el tema de la regeneración?

- Tenemos un compromiso de más de 20 años de operar con comunidades amazónicas, quienes trabajan con los insumos de la foresta de la selva. Un buen ejemplo es lo que ocurre con el árbol “cucuba”, que estaba casi siendo extinto, porque era empleado para hacer escobas, lo que significaba cerca de 20 reales por árbol para esa comunidad. Natura estudió el árbol y se dio cuenta que su fruto era muy hidratante, concluyendo que podíamos pagar por la mitad de los frutos producidos anualmente más de 3 veces de lo que la comunidad ganaba cortando su madera. Entonces, ahora ellos están económicamente motivados a producir más árboles en vez de cortarlos. Esto, garantiza que la cucuba saliera de la lista de especies en extinción.

Natura es reconocido medioambientalmente por su ADN sustentable, pero ¿no siente que es luchar un poco solo contra la corriente? Al menos en el contexto de empresas latinoamericanas.

- Creo que las empresas se verán presionadas a seguir este camino por una decisión de mercado. La gente no quiere más comprar algo sin saber lo que está por detrás del producto, sin importar el precio. Los consumidores están mirando las redes sociales, se crean movimientos espontáneos que explican cómo funcionan las cosas. Por ejemplo, si un producto fue o no testeado en animales; o si tiene o no tiene ingredientes naturales; si es biodegradable, etc. Si las empresas no cambian voluntariamente, lo van a tener que hacer por razones de mercado.

Hay opiniones acerca de que para reactivar la economía producto de la pandemia, se van a flexibilizar las normativas medioambientales. ¿Qué opina al respecto?

- Cuando el mundo tuvo una crisis económica muy seria el 2008 y casi tuvimos un crash, logramos alcanzar consensos para construir el Acuerdo de París y tener las metas climáticas. Ahora, también se abren nuevas posibilidades. Los inversionistas van a querer saber cómo estás manejando tu agua, tu carbono, qué estás haciendo con el medio ambiente y qué haces con la red de personas que estás conectado antes de poner su dinero.P

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.