El plan para estudiar a todas las especies de microbios del planeta
El gobierno de EE.UU. anunció la Iniciativa Microbioma que unifica los estudios sobre el tema.

Se estima que en la Tierra hay cerca de un quintillón de microbios (un 1 seguido de 30 ceros) de un millón de millones de especies distintas, de las que el 99,999% se desconoce.
Están en todas partes, desde su estómago a los ambientes más extremos del planeta y muchos pueden ser fundamentales para la medicina, la energía y el cuidado del medioambiente.
De ahí que un grupo de microbiólogos estadounidenses se uniera en 2015 para pedirle a su gobierno la unificación de las investigaciones en una sola gran iniciativa, como lo fue el Proyecto Genoma Humano y la actual iniciativa BRAIN, que mapeará la actividad del cerebro.
Su argumento: existen múltiples grupos estudiando microbios en muchos ecosistemas y no tienen muchas de las herramientas necesarias para avanzar más allá. Desarrollarlas requiere nuevas colaboraciones entre la física, las ciencias de la vida y las biomédicas, la ingeniería y otras disciplinas, señalaron en octubre pasado, en un artículo publicado simultáneamente en las revistas Science y Nature.
La respuesta a su propuesta llegó el viernes 13 de mayo. La directora para la Ciencia en la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, Jo Handelsman, anunció la creación de la Iniciativa Nacional Microbioma (NMI, siglas en inglés) que reunirá a las agencias federales de EE.UU., empresas y más de 100 universidades, con una inversión de más de 500 millones de dólares para estudiarlos.
"La NMI acelerará nuestro conocimiento de cómo funciona el microbioma. Este es un problema difícil de resolver y necesitará a la comunidad científica para hacer la diferencia", dice a La Tercera Miyoung Chun, vicepresidenta ejecutiva de Programas de Ciencia en la Fundación Kavli, impulsora de la iniciativa.
La NMI pretende comprender mejor los microbios que viven en humanos, animales, cultivos, suelos y mares, pero también apoyará la investigación sobre bacterias para la producción de combustible, procesamiento de alimentos, los que contribuyen a la salud y la productividad de los suelos, y los que causan daño a las poblaciones de animales, como los brotes de algas que producen la marea roja.
Para Cristina Dorador, experta de la U. de Antofagasta y el Centro de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB), la NMI "es un acontecimiento mundial". "Conlleva desafíos técnicos y de manejo de información a gran escala (big data), los cuales deberán entregar patrones locales y globales de distribución, así como de diversidad y función de microorganismos", señala.
La especialista dice que hoy los equipos para estudiarlos cuestan menos y existen decenas instalados y funcionando en el país. "Quizá la mayor dificultad es la falta de especialistas en Ecología Microbiana y Bioinformática", opina la experta.
El caso de Chile
Chile posee singularidades ambientales, problemáticas productivas y de salud que tendrían una mayor respuesta si se estudia en la dinámica y complejidad de las comunidades microbianas, agrega Dorador. "Espero que no nos quedemos atrás, y que podamos tener una mirada a largo plazo, con un financiamiento y políticas de investigación científica acorde a los tiempos", dice.
Chun agrega que aunque la NMI fue anunciada como una iniciativa nacional, "hay mucho que ganar de la colaboración internacional", recalcando que en el artículo de los microbiólogos de 2015, destacaron áreas que podrían beneficiarse de un esfuerzo global, como el desarrollo de nuevas herramientas, identificar áreas prioritarias y establecer lineamientos para colectar y compartir datos, por ejemplo.
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