Irene Vallejo, escritora española: “Nunca se ha leído tanto como ahora y nunca se han publicado tantos libros como ahora”

Irene Vallejo © Jorge Fuembuena.

Se acaba de editar en nuestro país una edición en formato de bolsillo de El Infinito en un junco, el ensayo sobre los libros en el mundo antiguo que convirtió a la ibérica en una autora superventas. En conversación con Culto desmenuza su origen, su repercusión y el rol que cumplen los libros en un mundo digitalizado.


Un grueso ensayo de 400 páginas sobre la invención de los libros en el mundo antiguo no parecía el material más idóneo para provocar un fenómeno de ventas. Pero desde su publicación, en septiembre de 2019, El Infinito en un junco alcanzó 26 ediciones y transformó a su autora en una best seller.

“He sido la primera sorprendida”, dice a Culto la española Irene Vallejo (42), la autora, a través de Meet. “No he sabido muy bien cómo explicármelo, es algo que pregunto habitualmente a los lectores y a los editores. Quizás el haber dado una mirada a nuestro pasado de una forma muy próxima al lector, que apela directamente a quien lee, que conversa con el lector, de tú a tú. Creo que es un libro optimista, sobre todo en los tiempos que estamos viviendo y se ha agradecido una mirada al mundo de los libros y de la cultura que no sea tan apocalíptica como suele serlo”.

Su ensayo acaba de llegar a las tiendas nacionales en una nueva edición bajo el sello DeBolsillo, mucho más accesible en precio que la original. “Fue un empeño mío que existiera esta edición de bolsillo -dice Vallejo-. Sabíamos que el libro importado desde España era demasiado costoso. Además, tiene que ver con el espíritu del libro, que cuenta la historia de cómo las palabras, la literatura y el conocimiento se han ampliado a un público cada vez más numeroso. Me apenaba que el libro no pudiera llegar por motivos económicos a lectores interesados”.

Vallejo, filóloga de profesión, admite que su formación académica -donde nadaba entre papers, artículos y tesis- influyó a la hora de escribir este ensayo. “Desde esos años me interesé en la historia de los libros, que es algo cotidiano, pero en otros tiempos era buscado y deseado”. Luego, decidió dar un giro a su carrera. “Cambié el rumbo hacia el periodismo y la literatura de ficción, y transcurridos los años pensé que con esas tres perspectivas podía escribir un libro en el que volcase esos conocimientos pero en una forma híbrida, experimental”.

Ese, reconoce, fue el mayor reto. “Convertir aquel viejo trabajo ortodoxo de mis años universitarios en un libro experimental y explorando ciertos caminos para el ensayo”.

¿Por qué te llamó la atención este tema?

Siempre me han interesado las primeras veces, cómo comienza algo, porque muchos rasgos definitivos de una cultura tienen su origen en el comienzo. El libro no fue un objeto inventado de una vez, fue resultado de una serie de ensayos, de búsquedas. La letra escrita lo ha invadido todo en nuestro mundo, y me interesaba saber cómo se produjo. El “érase una vez” de los libros.

Cruzar el océano

Por El Infinito en un junco Vallejo obtuvo un reconocimiento que hasta entonces -con 7 libros previos- no había alcanzado. Así, llegaron los galardones, entre ellos, el Premio Nacional de Ensayo, de España.

¿Qué ha significado para tu carrera el reconocimiento?

Ha sido un cambio completo y radical. Después de estar escribiendo este libro pensando que iba a ser el último en mucho tiempo –por la enfermedad de mi hijo–, después de años de estar dedicada a la literatura en círculos muy pequeños e independientes, de repente encontrarme en el centro de este fenómeno ha sido totalmente insólito, y siempre voy por detrás de los acontecimientos, con asombro y perplejidad. Nunca pensé que mis palabras cruzaran el océano, aunque es mejor escribir con las expectativas bajas.

Hablando de cruzar el océano, ¿conoces autores latinoamericanos?

Bolaño, quien vivió en España, Gabriela Mistral, Lina Meruane, la ilustradora Alejandra Acosta, Nona Fernandez, Alejandro Zambra, Isabel Allende. Cuando la literatura española se estanca, viene la latinoamericana y trae nuevos aires. Miro con admiración ese boom femenino de escritoras latinoamericanas que están transformando el panorama.

También resaltas el rol lúdico de los libros y cómo hacen comunidad. ¿Crees que en tiempos digitales mantiene ese rol?

Sí, eso se sigue manteniendo. De hecho, en las redes se crean comunidades alrededor de los libros, círculos de lectura virtuales, instancias y vínculos a través de ellos. Frente a ese discurso permanente de que cada vez se lee menos y de que se está perdiendo la lectura y se está al borde del abismo, con la perspectiva histórica que me dan mis estudios digo que nunca se ha leído tanto como ahora, nunca se han publicado tantos libros como ahora y nunca ha sido tan fácil el acceso a la lectura como en este momento, y eso es motivo de optimismo. Aunque creo que tampoco se debe forzar la lectura, es un ejercicio de libertad, porque los beneficios de la lectura se obtienen solo cuando se lee por placer.

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