El entrenador francés Arsene Wenger hizo historia al permanecer más de dos décadas en el mismo equipo. En total fueron 22 años los que se mantuvo al frente del Arsenal inglés, institución que dejó al final de la temporada pasada. Hoy, a pocos meses de su adiós del conjunto londinense, el adiestrador realizó un análisis de su carrera. En un relato que sorprende por su honestidad, el DT reconoce que haberse quedado durante un período tan extenso en el club terminó siendo un error y que dedicarle tanto tiempo a su trabajo como entrenador terminó afectándolo de manera negativa en su vida privada.

"Mi peor error fue quedarme 22 años en el Arsenal", dijo, en una entrevista con la cadena de radio francesa RTL. "Me gustan las cosas nuevas, el cambio, asumir nuevos proyectos, pero también me gustan los desafíos. Me apasionan. Y en el Arsenal fui siempre prisionero de mi desafío", agregó.

Tanta dedicación, asegura Wenger, finalmente mermó su vida personal. "Por estar tan entrometido en mis cosas, en planificar, pensar y vivir el devenir del equipo, cometí errores. He descuidado a mi familia. A muchas personas", contó. "Lamento haber sacrificado todo lo que hice porque ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de que herí y le causé daño a mucha gente a mi alrededor", se lamentó.

Finalmente, afirmó que aún no tiene una decisión respecto de su futuro. "Tengo 68 años y es momento de pensar algunas cosas. Me estoy haciendo muchas preguntas. ¿Sigo haciendo lo que estoy haciendo, lo que sé hacer, o es momento de compartir todo el conocimiento que tengo? Es algo que tengo que resolver dentro de los próximos dos o tres meses", cerró.