Momentos difíciles, match points desperdiciados y algunas dudas en su juego fueron parte del camino que Nicolás Jarry (64º) tuvo que recorrer para conseguir su primer título ATP. Atrás quedó el amargo sabor de haber perdido las finales de Sao Paulo 2018 y de Ginebra 2019. Ayer, en Bastad, su tenis y esas ganas de rebelarse y cambiar su historia negativa le ayudaron a conseguir su primera corona en el máximo nivel del circuito, al derrotar por 7-6 (7) y 6-4 al argentino Juan Ignacio Lóndero (71º). La tercera fue la vencida.

Nico dio un paso enorme en su carrera. Logró ganarles a los nervios propios de esta instancia y, en un momento crítico, como fue el tie break del primer parcial, en el que levantó dos puntos de set, consiguió sobreponerse y encaminar una merecida victoria frente a un rival bastante aguerrido, que no dio ninguna pelota por perdida.

El comienzo del número dos nacional fue arrollador. Diez puntos consecutivos le permitieron quebrar en el segundo juego y mostrar mucha superioridad. Sin embargo, eso duro hasta el quinto juego, cuando el Topo logró acomodarse a la velocidad de pelota de Nico. De ahí en adelante, todo sería muy parejo hasta el desempate, donde el nacional atacó en los momentos decisivos para salir de una adversa situación.

Luego de esa sufrida primera manga, el tenista chileno de 23 años tuvo mayor tranquilidad para administrar su juego y tomar riesgos en los momentos precisos. El fuerte viento hacía mella en su rival, quien se quejó amargamente. "¡No puede ser el viento!", llegó a gritar con mucho enojo. Eso mismo hizo que le fuera complicado acertar con el primer servicio.

El golpe de gracia vino en el séptimo juego. Ahí, el pupilo de Martín Rodríguez, acompañado esta semana por Walter Grinovero, desplegó lo mejor de su juego. Lo que vino a continuación fue el momento más lindo de la carrera de Nico: una derecha invertida ganadora le dio el merecido premio a una semana perfecta, en la que no perdió ningún set. El grito de emoción y alegría salió desde lo más profundo. Además, desde hoy, será el número 38 del mundo, su mejor ubicación, a solo un lugar de Christian Garin.

"Quiero felicitar a Juan Ignacio por su gran año. Ya tuvo su primer título. Ahora me toca a mí. Agradezco al torneo, a los sponsors, al público, a todos. Pensé en muchas cosas, pero estoy muy feliz, realmente. Quiero agradecer a mi equipo. Tengo un gran equipo en casa, muy unidos. A mi familia, que es fundamental para mí, desde que nací", fueron las primeras impresiones del flamante monarca en Suecia antes de regar el ambiente con champán.

Más tarde, a través de un video, Nico profundizó en esas sensaciones: "Bueno, aquí estamos, con la primera copita. La verdad es que estoy muy feliz de que haya llegado después de varios intentos. Fue un partido muy duro. Las condiciones estaban muy ventosas. Estoy sumamente contento de haber podido sacarlo adelante. Fue una semana increíble, donde jugué muy bien. Ahora queda celebrar. El primero cuesta mucho y hay que valorarlo mucho".

Hay poco tiempo para celebrar, pues mañana debuta en el ATP 500 de Hamburgo ante el alemán Alexander Zverev (5º). Mientras que Christian Garin, a las 10.30 de Chile, se estrenará en ese mismo torneo ante el ruso Andrey Rublev (78º).