Algunas crónicas de la época hablan de un poco más de 500 personas y otras de 9.000 en el estadio Parque Central de Montevideo, aunque pudo haber sido el Centenario si las lluvias no hubiesen retrasado su inauguración. Como sea, el escenario, con uno que otro compatriota en las tribunas, era el estreno de Chile en la primera Copa del Mundo de la FIFA, que contó con apenas 13 participantes y donde la Selección fue parte de ese selecto puñado que pueden decir que estuvieron la primera vez.

El miércoles 16 de julio de 1930 llegó el turno del Equipo de Todos, que se estrenaba ante México. A esa altura ya se habían jugado cinco partidos del torneo que incluyó a todos los afiliados a la FIFA, pero al que desistieron de ir casi todos los europeos. De esa fecha hoy ya se cumplen 90 años.

Chile saltó a la cancha aún sin ser la Roja. Eran los Cóndores Blancos, de polera blanca, short azul y calcetines negros con una franja roja. El apodo quedó de los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928, donde la selección jugó con el logo del ave nacional en el pecho. Luego de haber escuchado en el camarín los mensajes que llegaron desde Chile y tras la entonación de los himnos por parte de la banda municipal, a las 14.58 horas, el árbitro belga Henry Cristophe dio el pitazo inicial.

Chile formó un 2-3-5 con Cortés; Poirier, Morales; Elgueta, Saavedra, Torres; el capitán Carlos Montón de Letras Schneeberger (el primero en mover el balón), Vidal, Villalobos, Subiabre y Ojeda. Y dentro de todos ellos, Subiabre brillaba con luz propia. Venía de convertir cuatro tantos en los Juegos del 28 (incluyendo un triplete al mismo México). “Nosotros no esperábamos llegar al área para disparar a gol. ¿Se acuerda de Schneeberger, que en el mundial del 30 lo calificaron como el mejor wing derecho del torneo?... ¿Y del Zorro Vidal? ¡Esos gallos sí que eran de pelea!... ¡Metían goles de media cancha!”, el Chato, ya con 60 años (murió a los 62), recordaba así a sus compañeros de la Copa que se jugó en Montevideo.

El equipo chileno, dirigido por el húngaro nacionalizado Jorge Orth, demoró apenas tres minutos en desnivelar las acciones. El Zorro Vidal logró abrir el marcador luego de una jugada que, según las notas de prensa, incluyó un centro de Ojeda, un cabezazo fallido de Subiabre y otro intento de Villalobos antes de vencer al arquero Sota.

Los textos de ese entonces hablan de un aceptable juego de Chile, aunque sin poder de finiquito y con algunas licencias defensivas. Pese a no hacer un partido brillante, dicen las crónicas, nunca estuvo en duda el debut triunfal. A los 51′ llegaría el 2-0. Un tanto que hasta hoy suma dudas sobre su autor. Durante mucho tiempo se le asignó al Chato Subiabre, la gran figura de ese equipo, pero la FIFA zanjó que fue autogol de Manuel Rosas luego de que el remate del chileno se desviara en él. El primer tanto en propia puerta en la historia de los mundiales.

“El Chato está desesperado porque no pudo hacer ningún gol”, contó tras el partido Las Últimas Noticias sobre Subiabre. Y agregó: “Hace fiel juramento de que en el partido ante Francia ha de marcar por lo menos el primero”. Dicho y hecho: frente a la potencia europea, en el segundo duelo del grupo, el delantero de Colo Colo convertiría el único gol del triunfo nacional, en una pequeña muestra de su clase. De él se han escrito decenas de páginas y fue él uno de los primeros chilenos en ser destacados desde el extranjero, gracias a su mundial.

Plantel de Chile en 1930.

De vuelta en el estreno en Uruguay 1930, otra vez Vidal establecería el 3-0 definitivo a los 65′ en medio del juego brusco mexicano. Chile se mostraba muy bien físicamente y la concentración previa en la Escuela de Carabineros parecía dar efecto. Incluso le alcanzó para terminar el partido con diez hombres, por lesión de Morales.

Deportivamente era un muy buen inicio para Chile, considerando que estaba en el grupo A, el único con cuatro integrantes, y que solo el mejor de cada zona iba a semifinales. A pesar de la victoria, el análisis del capitán nacional fue muy autocrítico: “Estoy convencido de que en los demás encuentros rendiremos mucho más. Hoy hizo presa de todos nosotros una marcada nerviosidad que nos hizo incurrir en varios errores verdaderamente lamentables”, señaló en una declaración que recogió La Nación.

En Chile, afuera de las redacciones de diversos diarios, los incipientes hinchas de la Selección recibían con retraso las buenas noticias y el país, que estaba de luto por la muerte del ex presidente Juan Luis Sanfuentes, festejaba a la distancia el primer triunfo en un Mundial. Así comenzaba la historia mundialera del Equipo de Todos.