Uno de los rescatables en el paupérrimo 2017 de la Universidad Católica fue Diego Buonanotte, que hoy en conferencia de prensa entregó sus impresiones de lo que va de trabajo durante este año, ahora bajo las órdenes de español Beñat San José, e hizo un balance de la temporada anterior.

"Ahora hay un nuevo entrenador y en el camarín hay otra energía, porque hay una competencia interna y sana", expresó el Enano sobre el nuevo proceso. Por lo mismo, insistió: "Vamos a ir mejorando de a poco. Tenemos equipo, tenemos un plantel y cuerpo técnico muy bueno. Apuntamos a lo mejor, que es salir nuevamente campeones", aseguró, dejando en claro que el objetivo cruzado para 2018 está claro.

También se refirió a la conformación del plantel, específicamente sobre el inminente arribo del delantero agentino Gonzalo Bergessio: "Si es que viene, nos tenemos que adaptar a su forma de jugar, porque obviamente todos los delanteros son diferentes", expresó. "Tenemos un gran equipo, los refuerzos son importantes, pero el equipo que está hoy está bárbaro", añadió, ensalzando el rol de sus compañeros.

El ex River Plate también tuvo palabras para la relación que todavía mantiene con Mario Salas: "Hasta hoy sigo hablando con él. Me pregunta por mi papá y es una persona extraordinaria. Le ha dado mucho al club", declaró. Además, entregó su diagnóstico de la temporada anterior, afirmando que las responsabilidades son compartidas. "Todos estuvimos en deuda. Mario me devolvió las ganas de jugar... Sólo tengo palabras de agradecimiento para él", puntualizó.

La juventud del plantel del cuadro de Las Condes es un aspecto que gusta en algunos y preocupa en otros. Al respecto, el mediocampista transandino sentenció: "Hay un plantel joven, pero los chicos saben dónde están parados y van por un buen camino. Tienen un futuro enorme, entrenando y jugando como vienen. Hay que guiarlos. La mayoría tienen ganas de progresar", cerró.