Con 30 años, Jean Paul Pineda (12 clubes ya a sus espaldas) cambió el frío de Concepción por el calor de Coquimbo. El que fuera máximo goleador del Clausura 2015 ya sumó un tanto en su debut como pirata, el domingo pasado.

¿Cómo va todo en Coquimbo?

Todo positivo. Confiaron en mí y me recibieron muy bien.

¿Salió bien de U. de Concepción?

Sí, con la dirigencia bien.

¿Y con los hinchas?

No es un equipo que tenga mucha hinchada, o que viva mucho el fútbol. Pero me hubiese encantado haber seguido, porque jugaban Copa Libertadores, pero se me terminó el contrato y no quisieron renovarme.

¿Le molestó?

Es que esas son decisiones no solo técnicas, sino de dirigencia, representantes, no sé... Sí estoy un poco sentido por el tema de que nadie me dio las gracias. Que no te digan por lo menos "gracias por tus servicios"; eso molesta igual. Lo tomo de experiencia. En el fútbol no se puede llorar.

Gracias a Pinilla, Coquimbo tendrá más ojos encima.

Mauricio es mediático tanto en trayectoria, como en lo que se habla en la tele. Lo mismo que yo, que tengo una pareja mediática (Faloon).

¿Le afectan las noticias polémicas que salen sobre su vida personal?

Sí. Uno da que hablar, y en eso soy bien hombrecito. Si tuve un problema con mi vida personal, yo fui el culpable y el que dio que hablar. Uno lo tiene que remediar con otras actitudes y demostrar que fue un error nomás. No queda otra, porque si me echo a morir, arrastro a mis hijos y a mi familia. Estoy tranquilo, fuerte con mi mujer, y feliz.

¿Pinilla será su acompañante en punta o el que lo mande a la banca?

Me encantaría jugar con él. Motiva estar con un jugador como Mauricio, porque tiene harto pasado. Uno tiene que aprender de esos jugadores. Nunca fui su compañero, pero sí jugamos finales en contra y todo.

¿Y cómo lo ha visto?

De repente tiene entrenamientos normales, de repente no, se resiente un poco. Pero se le ve motivado.

Ha estado en 12 clubes. ¿No le falta consolidarse en uno?

Claro que tengo que buscar esa estabilidad en un club. Me gustaría mucho llegar a ser ídolo en un club y para eso estoy trabajando. Sé que con cuidado y siendo profesional voy a poder tener al menos siete u ocho años más de carrera.

¿Le ha servido pasar por tantos?

Es que eso uno no lo decide. Son cosas que pasan y uno se acomoda a cómo va tu carrera. Sí me hubiese gustado tener una estabilidad de tres o cuatro años en un club y no irme cambiando así, porque tampoco se toma muy en serio mi nombre. Pero donde he estado, lo he hecho bien, siempre haciendo goles.

¿Con qué club se encariñó más?

Me encantó mucho y me enamoré de Santiago Wanderers, por la hinchada y cómo se vive. Estuve poco tiempo por el tema del descenso, pero por mí me hubiese quedado muchos años. La gente especuló muchas cosas sobre por qué me fui, pero a mí no se me acercó nadie en el club en ese momento para seguir.

¿Puede llegar nuevamente a uno de los equipos grandes del país?

Sí, tener continuidad y lograr cosas importantes con un club grande sigue como sueño. Para mí sería importante, para mi carrera y felicidad.

En Colo Colo no jugó mucho.

Jugué gran parte de la Copa Chile, fui goleador del equipo. Pero no tuve muchas posibilidades en el Campeonato Nacional.

¿Y si llega oferta de la U o la UC?

Claro que la tomaría. Con la madurez y experiencia que se va tomando, uno se pone de hincha en el club en el que está. Hay que ser profesional.

¿Qué busca en Coquimbo?

En lo personal soy ambicioso, pelear cosas importantes. Pero hay que tener los pies bien puestos sobre la tierra. El equipo viene subiendo de Primera B. Se arrancó bien el torneo. Me gustaría al menos clasificar a una copa internacional con este equipo.

¿Los jugadores que lograron el ascenso los ven como refuerzos que llega cuando ya está todo armado?

No, no hay nada de conflictos. Al contrario, nos reciben bien, como personas de las que pueden aprender. Como yo, que aprendo de los que tienen más carrera. Esto es aprendizaje y apoyo.