Eduardo Lobos vive sus primeras horas en Coquimbo Unido. El club de la Cuarta Región le abre las puertas después de una controvertida campaña en Everton en el primer semestre. El arquero formado en Colo Colo está agradecido. ""Es una tremenda y linda oportunidad. Si bien es cierto no he estado y no he jugado nunca en Primera B tengo el mayor deseo, la mayor responsabilidad y las mayores ganas de poder rendir en Coquimbo, el club que me ha dado la posibilidad de seguir desarrollando mi carrera este segundo semestre. Me han recibido bastante bien. Estamos con muchas ganas, mucho optimismo de seguir sosteniendo este buen rendimiento que ha tenido Coquimbo, que lo lleva a estar peleando el ascenso pasada la mitad del campeonato", dice, en declaraciones al Canal del Fútbol.

Lobos, de 36 años, asigna una importancia clave al interés que Patricio Graff, el técnico pirata, mostró por contar con él. "Para mí fue muy importante que Pato Graff me haya llamado personalmente. Hemos hablado un poco de Coquimbo, de lo que él pretendía de mí en el grupo. Eso influyó mucho en la decisión de venir acá. Claramente, es un plus que Coquimbo esté arriba, pero lo determinante es que Pato me haya llamado personalmente", sostiene.

Finalmente, no elude su salida de la escuadra viñamarina ni las críticas que recibió por su desempeño. "Siempre he dicho que el fútbol es un juego. Es de aciertos y errores. Si yo evalúo los dos años en Everton, probablemente son muchas más las cosas buenas que malas. He tenido la poca fortuna de cometer errores en partidos importantes, como la eliminación contra Caracas en la Sudamericana, un par de errores contra Colo Colo, que a lo mejor eso también influye mucho para la gente, por la cercanía que yo tengo con Colo Colo por mi formación y todo eso, pero eso no tiene que llevar a pensar en que mi profesionalismo está en duda. Trato de ser lo más profesional posible en todos los equipos en que he estado. Trato de aportar en todos los aspectos", recalca.

Y, finalmente, insiste en que siempre tuvo compromiso con los ruleteros.  "Trato de dar siempre lo mejor de mí. Que uno se pueda equivocar, sí, porque es parte del juego y hemos visto en el Mundial donde los mejores arqueros del mundo han cometido errores que uno puede llamar increíbles. Estamos expuestos a eso y en la medida de que uno sea estable mentalmente, sicológicamente eso se puede llevar de mucho mejor manera", concluye.