Tras la derrota con Temuco (1-0), Mario Salas, en conferencia de prensa, fue claro en su análisis: “Esos 30 minutos del principio nos costaron el partido; hoy teníamos esperanzas de acercarnos, es un traspié bastante importante y fuerte. Católica tiene que enfocarse en el partido que viene para ganarlo; hay cosas defensivas que hay que trabajar. En muchos de los cruces llegábamos tarde. Se notaba mucho en el control del balón. Me parece que en la primera media hora nos veíamos muy faltos de tiempo y espacio”.

Pese a la autocrítica, el Comandante sigue firme en su idea de no renunciar a la banca cruzada. Al respecto, sostuvo: “Vamos a seguir luchando por los primeros lugares. Este campeonato te da un montón de cosas. Esto dificulta mucho pelear el primer lugar, pero vamos a seguir; voy a seguir trabajando, voy a seguir poniéndole el pecho a las balas. No voy a renunciar, vamos a tratar de mostrar una mejor cara. No voy a cambiar mi discurso de acá a fin de año”.

En ese sentido, agregó: “Si hay una consigna acá es pelear el partido que viene, estemos bien o mal futbolísticamente, pero si hay algo que rescatar es la entrega de estos jugadores. Más allá de que estuvimos imprecisos, Católica se la juega. No vamos a llorar sobre la leche derramada. Vamos a levantarnos y a tratar de seguir luchando. Esas es nuestra consigna y bandera de lucha”.

Dalcio Giovagnoli, en tanto, a CDF, afirmó: “Nosotros necesitábamos esto. Habíamos tenido partidos muy bajos y otros en que merecíamos otra cosa. Creemos que este puede llegar a ser un punto de inflexión. Estos triunfos realzan el aspecto anímico y de funcionamiento”.

Cristian Canio, por su parte, en CDF, analizó: “Sabíamos que iba a ser duro. Hace tiempo que no le ganábamos a Católica. La última vez nos festejaron el título acá. Nos estábamos jugando algo importante por que hace rato no ganábamos de local y necesitábamos los puntos”.