Desde que Joaquín Niemann irrumpió en el PGA Tour, con un sexto puesto en su primer campeonato como profesional, casi todo han sido felicitaciones y muestras de admiración. El propio Tiger Woods dijo: "Lo vi jugar, tiene un swing hermoso y un talento impresionante". Pero también hubo una crítica que se hizo pública a través del mismísimo Jack Nicklaus, el mejor de la historia.

El Oso Dorado compartió una clínica con el chileno durante el Memorial y lo vio jugar también. Tras eso, el estadounidense deslizó que su swing le puede traer problemas en el futuro: "¿Se ve tan bien como juega? Probablemente no, pero eso no significa nada. Esto se trata de cómo llevas la pelota hasta el hoyo y cómo lo sabes hacer. A sus 19 años, seguirá mejorando su juego y su swing".

Esta semana, Niemann jugará su primer major como profesional. En Missouri está Eduardo Miquel, su coach, con él, quien asegura que Joaquín "tiene la capacidad de rotar sobre su eje más que otros jugadores, con la espalda más tiempo en el mismo nivel que como partió, los otros jugadores tienden a levantarse antes".

El entrenador asegura que el talagantino es un jugador extremadamente elástico y que nunca ha tenido un problema en la espalda, pero adelanta que "a medida que con el tiempo se empiece a poner más rígido, su musculatura, su espalda, con la evolución normal del cuerpo, ya no irá agachándose tanto".

La familia del deportista informa que no tienen un médico o preparador de cabecera. Rony Silvestre, kinesiólogo jefe de Biomecánica de la Clínica Meds, observa el swing del chileno y concluye que se debe cuidar. "Más que estar inclinado, genera una inflexión de columna lumbar muy fuerte al momento de terminar el swing. En el golf lo más común son las lesiones por sobreuso, la repetición. Hoy Joaquín es joven y talentoso, pero si no modifica su técnica, es probable que termine lesionado en el corto plazo, porque está entrando en otra exigencia, la del PGA Tour", dice el especialista.

Una visión similar tiene Silvia Bertolaccini, exgolfista y comentarista de ESPN. "Joaquín Niemann es un increíble talento y en este momento no tiene nada que cambiar. Este swing lo llevó al tope del ranking mundial amateur y ahora ya tiene la tarjeta asegurada en el PGA Tour".

Su compañero Paco Alemán piensa algo parecido. "Es probable que ese movimiento tenga que empezar a suavizarlo para proteger su espalda. Hoy es su swing natural y le ha ido muy bien con él, así es que será difícil sacárselo, pero de a poco debería cambiar para no exigir tanto su físico y poder tener una vida deportiva mucho más larga. Tal vez con un poco de gimnasio y fortaleciendo esa zona no tenga problemas, pero el movimiento podría causarle molestias en la cintura o columna", señala el experto de ESPN.

Miquel asegura que el golfista nunca ha presentado dificultades y eso lo tranquiliza. "Si uno ve los swings de jugadores como Sergio García, se nota que eran mucho más elásticos cerca de los 20 años. No es un asunto que me preocupe más allá de que genere una molestia. No varía en las cosas que realmente importan, que es que la cara del palo vaya cuadrada al momento del impacto", explica.

Bertolaccini replica una observación que también hizo el Oso Dorado, que el swing de Joaco recuerda a grandes jugadores del tour. "Expertos ven un backswing y transición comparables con algunos grandes jugadores, pero reconocen, como lo dijo Nicklaus, que esa posición extrema en el momento del impacto podría llegar a afectarlo físicamente en el futuro. Tiene 19 años, pero, podrá su espalda soportar esa agachada a medida que pasen los años?".

De acuerdo con Rony Silvestre, no corre peligro su musculatura, sino la columna, especialmente los elementos pasivos, como discos y facetas articulares. "En el golf el movimiento inercial es muy alto, si no se está preparado muscularmente, las articulaciones sufren. De todas maneras, hay una probabilidad, aunque baja, de que nunca le pase nada", comenta.

Bertolaccini insiste en que, por ahora, "él no debe cambiar nada, y en el futuro, de a poco, con su profesor, probar estar más erguido al momento del impacto. No lo considero un defecto, no es lo normal o algo que se enseña, es él, su sensación, su ritmo, no me apuraría a alterar nada".