Después de seis años, Christian Garin (93º) vuelve a estar en la segunda ronda de un ATP. En Buenos Aires mostró puntos de gran tenis ante el prometedor Felix Auger-Aliassime (103º). Ahora enfrentará al italiano Marco Cecchinato (18º), un ascendente jugador con un pasado polémico.

Justo en una semana en la que el tenis argentino se vio sacudido por las revelaciones de Marco Trungelliti, quien denunció ante la Unido de Integridad del Tenis la existencia de una red de apuestas, el número dos chileno se enfrenta a un rival que hace un par de años estuvo acusado por la Federación Italiana de Tenis de arreglar partidos.

En julio de 2016, Cecchinato recibió una suspensión de 18 meses y fue obligado a pagar una multa de 40 mil euros, por haber arreglado un partido ante el polaco Kamil Majchrzak en el Challenger de Mohammedia, Marruecos, en 2015. Lo que provocó la sanción de la federación fue que tanto el propio tenista como su compatriota Riccardo Accardi apostaron por su derrota.

Sin embargo, en su defensa, Cecchinato acudió al Comité Olímpico Italiano, argumentando que nunca le dijo a su colega que apostara, sino que "no se encontraba bien", según el medio especilizado Ubitennis. El organismo tomó en cuenta la apelación y anuló la sanción, porque consideró que las pruebas habían sido obtenidas de forma irregular.

Luego de estos hechos, el oriundo de Palermo, queevita hablar del tema, experimentó un gran repunte que le permitió ganar el año pasado los títulos de los ATP 250 de Budapest y Umag y avanzar a las semifinales de Roland Garros. En este último torneo se dio el lujo de eliminar a Djokovic.

"Tengo mucha ilusión para lo que viene. Marco es un jugador muy duro, muy luchador. Tiene un muy buen saque y una muy buena derecha. Está top 20 del mundo. Es un buen desafío", dice Garin. que, de vencer, aspira a ubicarse sobre el puesto 87 del mundo.