Parecían prácticas desterradas en el fútbol moderno. Hace rato que no se sabía de fanáticos organizados para impedir el adecuado descanso del rival de turno del equipo al que siguen. Sin embargo, aún quedan desadaptados. Como algunos hinchas de Flamengo que, antes de la final de vuelta de la Copa Sudamericana, frente a Independiente, intentaron perturbar el descanso del plantel argentino.

Hubo permanente ruido y fuegos artificiales. También se desplegó al "fantasma de la B" para provocar a los transandinos, que en el partido de ida se impusieron por 2-1.

Los aficionados se enfrentaron con los guardias del hotel Hilton. Algunos de los barristas portaban incluso armas de fuego. La policía intervino y, como resultado, 51 fanáticos fueron detenidos.

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