Si el miércoles se registró la cifra récord de nuevos contagios por Covid-19, ayer fue el turno de los decesos. “Queremos lamentar el fallecimiento de 22 personas”, dijo la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza.

Según el reporte del Ministerio de Salud, 18 de ellos ocurrieron en la Región Metropolitana. El resto en La Araucanía; uno en Ñuble, en el Hospital de Chillán, y otro en el Hospital Naval de Viña del Mar. En tanto, según el registro de la Sociedad de Medicina Intensiva, en las últimas horas el registro de fallecidos se concentraba en la zona oriente de Santiago.

Con este recuento, el más sombrío hasta ahora, la cifra de personas que han muerto a causa de la pandemia llegó a 368. Y, de ellos, el 67% corresponde a personas entre 70 y más de 90 años.

Según detalló Daza, 12 de los fallecidos contaban con comorbilidades, es decir, patologías previas que dificultaron su evolución una vez que se enfermaron de Covid-19. Sin embargo, otros 10 no las tenían, se trataba de personas sanas que evolucionaron en forma grave y presentaron complicaciones, únicamente, producto del virus, lo que finalmente causó su fallecimiento.

Ayer, además, el gobierno contabilizó 2.659 nuevos casos, lo que elevó a 37.040 las personas infectadas en el país.

“Lo que se pretendía por todos los medios era contener esta situación. Desde el minuto en que se descontroló, sabíamos que el próximo paso era el incremento lamentable de muertes”, dice la epidemióloga e integrante del Consejo Asesor Covid-19 María Teresa Valenzuela.

La experta comenta que en los últimos siete días la cifra de contagios representa el 38% del total de personas infectadas con el coronavirus en el país. “El aumento descontrolado siempre va de la mano de un incremento en los pacientes que se complican, que necesitan hospitalización y ser ventilados y que, luego, no podrán resistir la enfermedad y fallecerán”, agrega Valenzuela.

A su juicio, la única forma de mantener atajado el indicador de mortalidad es contener la propagación: “Hay que cerrar la llave de contagios. La base es lograr disminuir al máximo los casos nuevos. Si no, la pirámide sigue hacia arriba”.

La exministra de Salud e integrante de la Mesa Social Covid-19 Carmen Castillo, también tiene una visión parecida: “El aumento de casos trae aparejadas situaciones que significan mayor complejidad de los pacientes y mayor riesgo de fallecer”.

Castillo agrega que el número es “una alerta importante”, ya que perder el control podría llevar al país a escenarios “muy lamentables que se han visto en otros países de la región”.

El factor UCI

Pese a que la tasa de letalidad es el indicador que más ha comentado el gobierno para destacar el manejo de la pandemia, y que según el reporte del Minsal está en 1%, el asunto podría desestabilizarse producto de otro factor: el nivel de ocupación de las UCI. “Cuando tus camas críticas están con un alto nivel de saturación, cuando la mayoría están siendo ocupadas por pacientes de riesgo, de la tercera edad, que están requiriendo de ventilación mecánica invasiva, el riesgo claramente aumenta”, asegura la exministra Castillo.

El último reporte de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, que tiene los datos actualizados hasta el 13 de mayo, revela que el nivel de ocupación de las camas UCI a nivel nacional es de un 78% y en la Región Metropolitana, donde se está concentrando el 84% de los nuevos contagios, llegó a un nivel de ocupación de un 93%.

Al analizar las cifras en detalle por los cinco Servicios de Salud de la Zona Metropolitana se puede observar que todos están con una ocupación superior al 85%: Central con 97%, Norte con 97%, Occidente con 93%, Oriente con 87%, Sur con 88% y Sur Oriente con 98%.

En la macrozona norte, una de las más colapsadas de la capital, lo tienen claro. El director del Servicio Norte, Guillermo Hartwig, dice que han reforzado la capacidad crítica aumentando las UCI. Por ejemplo al Hospital Clínico de la U. de Chile se le dotó de 10 camas UCI más. En tanto, en el Hospital San José, que se ha visto colapsado las últimas semanas, esta semana recibió 10 ventiladores y el sábado llegarán cinco más.

En este recinto de Independencia, el miércoles fallecieron cuatro pacientes por coronavirus. Y ayer, a un costado del edificio, seis carrozas fúnebres hacían fila. “Por las cuarentenas hay dificultades para el retiro de los cuerpos, entonces se nos han juntado varios fallecidos que pueden ser por Covid-19 y otros que no”, dice Hartwig.

Ayer, el ministro Jaime Mañalich recibió un avión Latam que llegó de China con 60 nuevos ventiladores y elementos de protección personal. El titular de Salud, además, adelantó que seguirán llegando nuevas máquinas: “Los aviones que llegarán mañana (hoy) traen 170 ventiladores mecánicos de última generación, que se suman a los 60 para reforzar la red asistencial”, indicó la autoridad, quien además explicó que estos ventiladores podrán estar listos en tres días.

Primer traslado en la RM

En un avión C130 Hércules de la Fuerza Aérea (Fach) ayer fueron evacuados en cápsulas de aislamiento dos pacientes con Covid-19, quienes se encontraban desde el lunes hospitalizados en el Hospital Padre Hurtado. La evacuación, solicitada por el Minsal, tiene el objetivo de descongestionar los centros hospitalarios de la capital.

Ayer, la Fach trasladó a los dos primeros pacientes de Covid-19 a la Región del Biobío.

Los pacientes fueron derivados hasta la ciudad de Concepción y serán internados en el Hospital Guillermo Grant Benavente de esa ciudad. Mientras, el avión de la Fach seguirá rumbo a la ciudad de Valdivia a buscar ventiladores mecánicos para traer a Santiago.