Crítica de cine: Garfield y el escuadrón de las mascotas

<br>




Garfield, el gordo gato bueno para las lasañas, tuvo su reinado absoluto allá  por los 80. Ningún chico que haya crecido entonces olvidará  las aventuras del pelirrojo y flojo felino. Es una pena que las adaptaciones a la pantalla grande nunca hayan estado a la altura. En el caso de Garfield y el escuadrón de las mascotas, la aventura viene de otro planeta, con el mismo Garfield y sus amigos, todos en versiones mejoradas y con superpoderes, que llegan a la tierra para frenar el avance de la malvada Vetvix además y conocer a sus "dobles" en versiones terrestres y que todos conocemos. Es obvio que nuestro héroe termina salvando incluso lo insalvable. Pero como película la experiencia funciona poco. Aquí no hay desarrollo ni conflicto interesante alguno. El resultado es sólo un capítulo más, intercambiable y sin gracia, de poco más de una hora de duración, de la misma serie de antes. Ni para los nostálgicos.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.