Diez años sin Madeleine McCann

Madelaine McCann

El 3 de mayo de 2007, la familia McCann se encontraba de vacaciones en Praia da Luz, al sur de Portugal. Esa noche los padres acostaron a sus tres hijos y salieron a cenar con unos amigos. Cerca de las 22:00 horas, la madre fue a la habitación de los menores y se percató que en la cama de Maddie solo estaba su peluche y manta, y que la ventana de la habitación estaba abierta con las persianas arriba. Madeleine había desaparecido.




"Mi esperanza de que Madeleine esté ahí afuera sigue siendo la misma que hace casi diez años". Esas fueron las palabras en una entrevista el fin de semana a los padres de Madeleine McCann, en donde conmemoraron los diez años de su desaparición.

El 3 de mayo de 2007, la familia McCann se encontraba de vacaciones en un complejo turístico de Praia da Luz, al sur de Portugal.

Aquella noche, los padres Gerry y Kate, acostaron a sus tres hijos y salieron a cenar con unos amigos. Cada media hora se ponían de acuerdo y los iban a visitar, pero los pequeños quedaron sin ninguna supervisión permanente de un adulto. Luego de la cena, cerca de las 22:00 horas, Kate se dirigió a la habitación de los niños y se da cuenta de que en la cama de la pequeña solo estaba su peluche y manta para dormir, y que la ventana estaba abierta con las persianas arriba. Maddie -de cuatro años- había desaparecido.

Así comenzó la pesadilla de los McCann.

"El dolor, el terror y la impotencia abrumadora que sentí entonces son indescriptibles", escribió Kate en su libro publicado el 2011 para explicar su versión de los hechos y, en parte, para terminar con las dudas de una supuesta implicación de la pareja en la desaparición de su hija.

Y es que precisamente esa era una de las hipótesis que sostuvo la policía judicial lusa luego de encontrar sangre y huellas de un cadáver -con alta probabilidad que fuera de la menor- en el departamento en el que se hospedaron y en un auto que arrendaron días después de su desaparición.

Sin embargo, el 2008 la teoría fue descartada por falta de pruebas y, desde entonces, que se baraja la posibilidad de secuestro.

A pesar de que el caso fue archivado, los padres no han cesado en la búsqueda de su hija -quien hoy tendría 14 años-. Gerry y Kate publicaron un libro y han dado conferencias de prensa para mantener viva en la memoria su lucha para encontrar a Maddie.

La policía británica reabrió el caso en el 2011, pero se debilitó en el 2015.

Los últimos datos provienen del comisario que estuvo liderando la investigación desde un inicio, Gonzalo Amaral, y quien fue retirado por declarar a la prensa lusa de que la menor había sido asesinada y los padres junto a la policía británica lo habían ocultado.

Amaral escribió un libro en el que ataca directamente a los padres de Madeleine y la semana pasada volvió con esta teoría. En una entrevista aseguró que los padres quemaron el cuerpo de la pequeña en una iglesia cercana al complejo turístico.

"Tres personas ingresaron a la iglesia por una puerta lateral en la noche. Tenían una caja y se realizó una cremación de una mujer británica. Es posible que los restos de la niña hayan estado en la caja y también hayan sido cremados", reiteró.

Hace unas semanas, la niñera que solía cuidar a la pequeña Maddie dio una entrevista a un medio británico donde reveló su versión de los hechos. La noche de la desaparición no le tocaba cuidar de la menor, pero fue llamada para que ayudara en la búsqueda. Recordó que la primera orden fue buscar en los tachos de basura, pero sin bastar con ello, recorrió las calles de Praia da Luz. Durante la entrevista aseguró que la "torpeza" de la policía impidió la posibilidad de encontrar a quien se llevó a Madeleine y detalló que había mucha gente que entraba y salía del departamento, por lo que pudo alterar algún tipo de evidencia del lugar.

A diez años de la desaparición, la policía británica ha gastado más de 14 millones de dólares en operativos para dar con su paradero. Pese a que la investigación ha sufrido altos y bajos, Scotland Yard indican que hay "importantes posibilidades" de llegar a la verdad.

"Desde que la Policía Metropolitana empezó su investigación, nos han quitado una gran presión, individualmente y como familia", dijo el padre Gerry McCann en la entrevista del fin de semana.

Pero independiente de la larga lista de sospechosos y teorías de lo que pasó aquella noche del 3 de mayo de 2007, la desaparición de Madeleine McCann sigue siendo un misterio sin resolver.

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