Columna de Anamaría Arriagada: Llegó la hora de mirar las licencias médicas más allá del gasto público



“Cuando estamos en el hospital, enfermos, tenemos que confiar en los médicos que nos tratan. Si no lo hacemos así, la vida se vuelve muy complicada”. Así parte el prólogo del libro del doctor Henry Marsh, Ante todo no hagas daño. Esa máxima hoy cobra especial importancia frente a la crisis de salud que el país enfrenta y, en especial, en relación al tema de las licencias fraudulentas.Las licencias médicas fraudulentas significan un tremendo gasto para el sector salud que -como COLMED- no podemos ignorar. Sin embargo, también debemos ponderar que ellas son un derecho de las y los pacientes como parte del cuidado de su salud, y que, en la inmensa mayoría de los casos, se ajusta a lo que definimos como una “buena práctica médica”. Así, resulta crucial mirar este asunto no sólo desde el punto de vista del gasto en salud, sino desde la salud de las personas.Como es sabido, muchas de las consultas terminan efectivamente con la emisión de una licencia médica. Se trata de una herramienta tan importante como pueden ser los insumos médicos, contar con equipos adecuados o con el personal idóneo para un procedimiento. Cuando esa posibilidad se corta o inhibe, se ve afectado el acto médico.Celebramos que se persiga a los emisores de licencias fraudulentas, un fenómeno que como gremio hemos visto aumentar en el último tiempo y donde se venían constituyendo verdaderas empresas creadas para engañar y escamotear los recursos públicos.La fiscalización ha logrado identificar a estos timadores, acotándolos a un número muy menor; así lo demuestran los análisis que la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) realizó en 2023. En Chile, la inmensa mayoría de los facultativos y pacientes hacen un buen uso de las licencias médicas. No obstante, persiste la necesidad de perfeccionar la fiscalización para terminar con este problema que impacta muy negativamente a todo el sistema.Por eso, como COLMED creemos que el tema de las licencias médicas debe abordarse como un tópico en sí mismo, sacándolo de la lista genérica de problemas sectoriales. En ese sentido, nuestros esfuerzos como gremio están puestos en el diálogo permanente con el Legislativo y con el Ejecutivo, además de otros interesados en el ámbito de la salud. Requerimos avanzar en una mejor regulación en esta materia, con transparencia, datos fiables y precisos, que permitan distinguir con la necesaria claridad, el uso fraudulento de las licencias médicas. Asimismo, impulsaremos nuevamente la recuperación de la tuición ética, que permita el control real de nuestros pares, en pos de la recuperación de la confianza hacia nuestra profesión.En síntesis, nos ocupa que el tema de las licencias médicas se asuma como una tarea esencial y más allá del gasto, donde converjan miradas que busquen lograr una mejor gestión del tratamiento global de la salud de la población y de la práctica médica, porque somos muchos más los médicos y médicas confiables, y este valor es fundamental en la sociedad.

Por Anamaría Arriagada, presidenta Colegio Médico de Chile

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