Columna de Patricio Morales: Giorgio Jackson

El ministro Giorgio Jackson dijo que espera que los autores materiales e intelectuales del robo en Desarrollo Social enfrenten la justicia.


Giorgio Jackson reapareció el lunes poniendo énfasis en la defensa de su honra. Querellas y demandas mediante, señalando que estas son el inicio de una serie de acciones para enfrentar diversas acusaciones que se han vertido en su contra, presumiendo faltas a la probidad e incluso asignándole participación en diseños delictuales. Este no es el motivo de esta columna. Es más, conozco a Giorgio Jackson desde hace más de una década, desde la fundación del Frente Amplio, y no tengo ninguna duda de su inocencia. Incluso, algo que no señala la opinión pública es que muchas de las personas hoy formalizadas y asociadas al “caso Convenios” eran oposición al mismo Jackson en las disputas internas de Revolución Democrática. Lamentablemente, y como dice el dicho, hoy son muchos en RD que pagan “justos por pecadores”.

Junto a esta defensa legal, Jackson realizó una profunda autocrítica política. Es bueno detenerse y reflexionarla. Veo dos dimensiones en ella: primero, el reconocimiento de un aprendizaje que al pasar al Ejecutivo uno arrastra un historial, una forma de ser oposición, que es clave para construir mayoría, y así lograr cambiar las cosas. Lo que en política se conoce como pacto de gobernabilidad. Segundo, una autocrítica muy personal, y mejor lo cito: “No tenía respaldo político transversal al interior de la coalición… yo no tejí necesariamente las mejores relaciones, creo que por mis acciones, por mis dichos, por distintas cuestiones, hubo gente que sencillamente no me tenía la mejor simpatía ni política ni personal. Es un aprendizaje para mí: el poder comprender que pequeñas acciones que se dan a lo largo del tiempo tienen como consecuencia que en los momentos difíciles hay gente que prefiere mirar para el lado o aprovecharse de la situación para pegar”. Esta segunda autocrítica me parece muy auspiciosa y relevante para el futuro del progresismo. Las relaciones políticas están compuestas de luces y sombras, no existen superioridades morales ni históricas. El reconocimiento de esto es clave para que el Socialismo Democrático y el Frente Amplio puedan impulsar un progresismo moderno para Chile.

Ser oposición teniendo en cuenta que se aspira a ser gobierno es importante, no todo vale, la convivencia democrática debe ser una preocupación permanente, lo mismo corre para Chile Vamos. Por otro lado, cultivar las relaciones políticas con aliados debe considerarse siempre. La comunicación política es un arma de doble filo, ya que diferenciarse para construir poder también tiene límites.

La performance del lunes de Giorgio Jackson puede haber generado una tensión coyuntural con el Partido Socialista, pero no me cabe duda que es una buena noticia para el Socialismo Democrático, para el Frente Amplio y para los que buscamos construir nuevamente una coalición de centroizquierda progresista, que le ofrezca al país un futuro que combine: igualdad, libertad, economías mixtas, el cuidado del medioambiente y la cohesión social.

Por Patricio Morales, cientista político y ex presidente del Partido Liberal

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