Crisis en salud: refugio en la trinchera

Foto: Getty Images.


SEÑOR DIRECTOR:

Luego del plebiscito, el Presidente Boric fue enfático en señalar que “si quien ostenta la mayoría circunstancial se refugia en su trinchera e intenta negar la existencia del otro jamás lograremos construir acuerdos”.

Frente a la crisis de la salud, el gobierno ha actuado en la dirección contraria. En el ámbito legislativo, teniendo la iniciativa exclusiva en seguridad social, decidió guardar el amplio y unánime acuerdo técnico-político del Senado, que entregaba mayor estabilidad y certeza al sistema.

Ya estamos frente a una situación extrema de inestabilidad. El Superintendente de Salud sostuvo que una primera Isapre podría quebrar en febrero “y de ahí sucesivamente irían una a una, incumpliendo”. Se aprobó adelantar el reajuste de planes, pero esto solo resuelve una minoritaria fracción del problema. Más bien lo pospone, como lo hace un “maestro chasquilla” para alargar un poco la vida útil de un electrodoméstico.

Se está maniobrando al límite y cualquier error de calibración será catastrófico para todo el sector salud, tanto público como privado. Un ejemplo: 80 mil pacientes GES de Isapres tendrían que sumarse -de la noche a la mañana- a los 70 mil en espera dentro del sistema estatal, más que duplicando una fila que, por ley, no debería existir.

Por su parte, la ministra de Salud sintetizó nítidamente el objetivo frente a la crisis de las Isapres: “no podemos permitir que tengan una caída abrupta”. Es decir, la idea es mantenerse fiel al Programa de Gobierno, minimizando los costos, transformando la caída en una lenta agonía.

¿Tendrán que pagar los pacientes, con su salud, que el gobierno no se sume al acuerdo y se refugie en su trinchera?

Jorge Acosta

Director del Programa de Salud y Bioética, Instituto Res Publica

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