Educación artística



SEÑOR DIRECTOR:

La exposición del consolidado artista nacional Arturo Duclós en la Corporación Cultural de Vitacura fue calificada como “octubrista” e “impresentable”, entre otros calificativos, por el diputado Araya (P. Republicano) por el carácter de ciertas piezas. El hecho evoca la polémica ocurrida pocos días atrás, en el contexto de la Bienal de Valparaíso, en donde la obra del artista porteño Rodolfo Muñoz fue cuestionada por los diputados Celis (RN) y Sánchez (P. Republicano) bajo términos muy parecidos.

En ambos casos, las autoridades creen que los lenguajes artísticos pueden ser explicados intrépidamente, sin considerar sus especificidades. Toda obra de arte, independiente de su contexto, disciplina, técnica, calidad, importancia o valor, requiere de herramientas específicas para su lectura y comprensión. Ello explica que existamos profesionales dedicados a la reflexión de la producción artística y su impacto.

Por otro lado, se evidencia la pobre educación artística hoy vigente en nuestro país en un doble sentido: creer que pueden referirse públicamente sobre obras -que ya han pasado por un proceso curatorial- de manera meramente intuitiva y, a la vez, creer que tienen las herramientas suficientes para hacerlo. Cualquier especialista en el tema podría asegurar, en ambos casos, que están equivocados.

Magdalena Dardel C.

Doctora en Historia del Arte

Dpto. Artes Integradas UPLA

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