Hagan bien su pega



SEÑOR DIRECTOR:

Una vez más el fútbol chileno sale al tapete noticioso por graves incidentes en las tribunas, los que se repiten con asiduidad. Vergonzoso, impresentable, bochornoso.

El último de estos episodios dejó un resultado no menor: metros cuadrados de la nueva pista atlética quemados, butacas destruidas, rejas cortadas y destrucción de parte del memorial que se ubica en el recinto, entre humo y llamas por doquier.

Después de esta ya casi eterna vergüenza, dirigentes de los clubes involucrados y los directamente responsables, los mandamases de Quilín, que supuestamente deben velar por el espectáculo, estaban más preocupados de saber cuándo se jugarían los minutos perdidos que de las medidas para que no se volvieran a producir situaciones reprochables como las vividas en el remozado elefante blanco.

Pero no hay que preocuparse, porque la solución fue encontrada rápidamente: suspensión del ingreso a cinco partidos de local de Colo Colo, cualquiera sea el escenario donde se programen dichos encuentros, para los casi 13 mil asistentes que estaban en el sector de los incidentes.

Esta medida adoptada en el seno del fútbol chileno no solo es arbitraria y discriminatoria, sino que esconde la ineptitud de quienes realmente deben realizar su trabajo. La labor, como está estipulada, consiste en detectar quiénes fueron los causantes de este denigrante episodio, a ellos sancionarlos con las penas del infierno y no dejar que sean los propios asistentes quienes denuncien o intenten detener acciones vandálicas. El público no está para eso. Son los dirigentes los responsables y los que, de una vez por todas, deben hacer bien su pega.

Juan Francisco Ortún Quijada

Periodista y académico U. Central

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