La megaprisión de Bukele

FILE PHOTO: A general view shows the Terrorism Confinement Center in Tecoluca, El Salvador in a handout distributed to Reuters on February 1, 2023. Secretaria de Prensa de la Presidencia/Handout via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. NO RESALES. NO ARCHIVES/File Photo


SEÑOR DIRECTOR:

Gresham Sykes, en su obra “La sociedad de los cautivos”, señala que, en una cárcel de máxima seguridad las estrictas regulaciones que afectan cada aspecto de la vida de los presos, la vigilancia continua, la concentración del poder en unos pocos que mandan, y el amplio abismo entre dominadores y dominados son elementos propios de un régimen totalitario.

El régimen totalitario impuesto por Bukele se convierte en un modelo para un Estado policial y una tiranía, viola el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, en cuanto el fin primordial de la ejecución de la pena es la reinserción social, y consagra la “prisión-depósito”, la imagen de la prisión como espacio de almacenamiento, donde meras funciones de incapacitación y neutralización son cumplidas.

Human Rights Watch señala que Bukele fijó un sistema de cuotas, que exige que la policía arreste a cierta cantidad de personas todos los días. Esto nos recuerda el descalabro que significó en Nueva York la política de “Tolerancia Cero” impuesta por Giuliani, en cuanto a que los incidentes y quejas en contra de la policía aumentaron en un 60%, ahondando la desconfianza entre los afroamericanos y las fuerzas de orden.

Con recelo miramos los fines que se persiguen con la creación de esta cárcel, ya que su principal beneficiado no es la comunidad de El Salvador, sino que la industria privada de la prisión.

Carlos Ignacio Vera Campos

Abogado

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