Marcel y las dos almas del gobierno



SEÑOR DIRECTOR:

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, afirmó en Toronto que “tras cuatro años de acontecimientos sin precedentes y volatilidad mundial, la economía chilena ha recuperado la estabilidad y está preparada para afrontar retos y oportunidades a corto y largo plazo”. Al respecto, vale la pena reflexionar sobre dos puntos.

Primero, el ministro menciona que la conclusión del proceso constitucional ha ayudado a reducir la incertidumbre económica. Aunque es evidente, resulta paradójico, ya que el propio ministro promovió el “Apruebo” del proceso constituyente original. A estas alturas hay bastante consenso en que la propuesta de la Convención era un salto al vacío en muchas áreas, desincentivando la inversión y el crecimiento.

Segundo, es destacable la actitud del ministro frente al futuro. Aborda temas cruciales para el país, como el envejecimiento acelerado de la población y sus consecuencias fiscales, la economía verde y digital, y la importancia de la inversión extranjera.

La pregunta es si el resto del gobierno compartirá la visión estratégica del ministro, incluyendo al propio Presidente. Observamos a diario cómo las propuestas del gobierno oscilan entre las dos almas del oficialismo, generando una inmovilidad desesperante. Estas dos almas se han manifestado en la ley corta de Isapres, la discusión sobre la solución del CAE y la negociación ramal.

¿Podemos ser más optimistas? “Depende”, como decimos los economistas, principalmente de la actitud de la oposición. Se requiere que le tienda la mano a esa alma más sensata del gobierno que representa Marcel, aislando a los extremos de ambos lados.

Julio Guzmán Cox

Académico FEN y director del Tech MBA, Universidad Andrés Bello

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