SEÑOR DIRECTOR:
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, apareció el miércoles pasado en un punto de prensa rodeada del superintendente de Salud, la presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, entre otros, manifestando su entusiasmo de que la Ley Corta de Isapres fue despachada a la Comisión de Hacienda en un tiempo prudente. En su discurso comentó que estaban complacidos de que hayan aprobado integramente los artículos de la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC) que, según sus palabras, va en beneficio de la clase media.
Esto no puede estar más alejado de la realidad. La MCC, así como se propone, está lejos de ser una protección financiera y una alternativa de buena calidad como lo que ofrecen las Isapres. ¿Y por qué? Porque su cobertura no incluye catástrofes ni medicamentos. Tampoco se sabe cómo funcionará el interés de prestadores de salud para ser parte de las licitaciones y, lo que es peor, las personas deberán pagar de su bolsillo por este seguro que les cubre menos y tendrán que invertir más para atenderse o realizarse exámenes en el sector privado. Es decir, habrá menor cobertura y mayor gasto de bolsillo.
La ministra en su alocución planteó la necesidad de que “logremos sacar el proyecto en los plazos necesarios”. Y así debe ser, pero no se trata de empujar un proyecto solo por cumplir plazos sin tener real conciencia del daño que esto provocará en el estado de salud y vida de muchos chilenos.
En un gobierno donde el eslogan es “Chile Avanza Contigo”, no se entiende que celebren esta modalidad que lo único que hará es dejar atrás y solos a quienes más necesitan acceso y apoyo en salud.
Paula Daza
Directora Ejecutiva de CIPS-UDD
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