Preocupante caída en la producción de cobre

Fundición de cobre

La caída está fuertemente incidida por la producción de Codelco, lo que confirma que la estatal debe poner todas sus capacidades en sacar adelante sus desafiantes proyectos estructurales, y no desviar su atención en el litio.



De acuerdo con la información entregada por Cochilco, la producción de cobre en el país alcanzó 5,2 millones de toneladas en 2023, representando una caída de 1,4% respecto del ejercicio anterior. La cifra supone el menor nivel de producción desde 2003, y si bien hay algunas minas del sector privado que cayeron en su producción -otras, en cambio, mostraron un incremento, como Escondida, Collahuasi o Los Pelambres-, la cifra global se encuentra fuertemente incidida por la caída que mostró Codelco. La estatal produjo 1,42 millones de toneladas, un descenso interanual de 8%, lo que también constituye el menor nivel desde 2003.

Desde hace tiempo que Codelco viene registrando caídas en su producción, donde los factores más incidentes tienen que ver con dificultades estructurales en sus yacimientos, o menores leyes del mineral. La empresa es consciente de estos problemas, y de allí que se ha embarcado en una serie de proyectos estructurales para darle vida a sus divisiones a lo menos por otros 50 años. Con este objetivo espera invertir del orden de US$ 16 mil millones de aquí hacia fines de la década, pero es un hecho que todos estos proyectos se han enfrentado a fuertes sobrecostos y dificultades en su construcción, lo que ha generado un retraso que desde luego impacta en los niveles de producción. Esto no solo se ha traducido en importantes mermas para las arcas fiscales, sino que también le ha valido a la estatal un recorte en su clasificación de riesgo.

Las máximas autoridades de Codelco han asegurado que el punto más bajo en la producción se dio el año pasado, y que a partir de 2024 se debería experimentar un gradual repunte. En favor de esta perspectiva juega el hecho de que uno de esos proyectos, Rajo Inca -en la División El Salvador- iniciará operaciones dentro del primer semestre, pero en el mercado sigue habiendo dudas de que se vaya a concretar una mayor producción, previéndose que se mantenga o incluso pueda disminuir.

La menor producción de cobre debe llevar a una revisión en profundidad de las trabas que enfrentan los grandes proyectos en su tramitación ambiental, asegurar suficiente disponibilidad de agua para las faenas mineras y en general hacerse cargo de todos aquellos aspectos que están haciendo perder competitividad a Chile. En el caso particular de Codelco, las cifras conocidas confirman que es fundamental que se concentre en sacar adelante sus proyectos estratégicos en el menor tiempo posible y con una razonable contención de costos, algo que en sí constituye uno de los retos más desafiantes en la industria minera mundial.

En ese contexto, este enorme desafío choca con la carga adicional que el gobierno le ha impuesto a Codelco, en orden a liderar el desarrollo de la industria del litio, conformando sociedades con privados donde la estatal tendrá una participación mayoritaria. Los primeros pasos ya se han dado en el salar de Atacama, pero luego vendrá Maricunga y otros, donde surgen inevitables dudas de si Codelco tendrá la suficiente capacidad para hacerse cargo eficientemente de los proyectos de litio y en paralelo de sus propios proyectos estructurales. El mayor interés del país está en asegurar ante todo las capacidades productivas de Codelco, pues para el desarrollo del litio hay otras fórmulas eficientes sin necesidad de que participe Codelco.

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