SEÑOR DIRECTOR:
En respuesta al editorial “Preocupante alza de menores infractores de ley” sobre el incremento de adolescentes imputados (no necesariamente condenados), deseo compartir algunas reflexiones a partir de la reciente puesta en marcha del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil en el norte de Chile, en enero de este año.
La nueva institucionalidad cuenta con enfoques diferentes para abordar los desafíos relacionados con la reinserción juvenil. En esa línea, está desarrollando programas para modificar las conductas delictivas, a través de políticas intersectoriales. Por ejemplo, con el Ministerio de Educación estamos coordinando mecanismos para facilitar el acceso a estudios superiores de aquellos jóvenes que han demostrado un interés genuino en avanzar por ese camino, ya que la recuperación de sus vínculos educativos es esencial para su efectiva integración social.
La innovación del servicio también radica en las intervenciones personalizadas y especializadas, ajustadas a las historias de vida individuales de los jóvenes, superando así el paradigma de soluciones estándares para problemas complejos. Esto es posible gracias a nuevas normas técnicas, al fortalecimiento de los equipos e incluso a la posibilidad de acompañar a los jóvenes, una vez cumplidas sus sanciones, para reducir las probabilidades de reincidencia.
Estas y otras estrategias, nunca antes implementadas, apuntan a brindar una respuesta integral a los jóvenes que han infringido la ley y avanzar en seguridad, lo que requiere el compromiso de todos los actores sociales llamados a jugar un rol en esta materia.
Rocío Faúndez
Directora Nacional Servicio de Reinserción Social Juvenil
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