Retiros: la ciudadanía como rehén



SEÑOR DIRECTOR:

Vuelve a aparecer la amenaza de la peor política pública implementada en Chile durante las últimas décadas: un nuevo retiro de fondos previsionales. A estas alturas, con la abrumadora evidencia del daño que significó para millones de personas, resulta incomprensible que se insista en tan nefasta idea y menos aún que se amenace con “reforma o retiro”, manteniendo a la ciudadanía como rehén de un tira y afloja político.

Se debe tener presente que el efecto de este nuevo retiro podría ser aún peor que los anteriores. ¿Por qué? Porque al carecer de cualquier tipo de justificación -no estamos en emergencia-, si se llegase a aprobar, lo más probable es que se continuarían realizando retiros hasta terminar con los fondos de pensiones. La expectativa de secar los fondos previsionales liquidaría la posibilidad de subir las pensiones y le pondría una lápida al mercado de capitales chileno, debido a la escasez de ahorro de largo plazo del que se nutre. Chao pensiones, chao hipotecarios y hola inflación.

Hay un problema de fondo: la amenaza anual con un nuevo retiro mantiene el estrés sobre el mercado de capitales y el sistema político. Vale la pena señalar que la reforma de pensiones no tiene un mecanismo que permita asegurar que no habrá nuevos retiros, por lo que el argumento de que si aprobamos la reforma los retiros se detendrán es más bien un deseo. Se debe encontrar una forma de terminar definitivamente esta locura y poder comenzar a reconstruir nuestro sistema de pensiones y también nuestro mercado de capitales.

Soledad Hormazábal

Centro de Estudios Horizontal

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