Justo cuando el Presidente Gabriel Boric anunció en Canadá que “el congelamiento de armas es una de las medidas que estamos evaluando para Chile, para que en Chile no proliferen las armas”, la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao (48, DC), repone su bandera de lucha en la temática que afecta hace años al país: “Creo que no hemos sido capaces, no ha habido voluntad de cambiar el enfoque de cómo estamos mirando o abordando el tema de la seguridad”.

Leitao sostiene que en el país, durante las últimas administraciones, se ha invertido el 90% de los recursos en el control -armas, policías, etc.- y apenas un 10% en prevención. “Hay hartos diagnósticos de todo tipo y nadie ha logrado agarrarlos y decir ‘oye, el enfoque que llevamos durante mucho tiempo es un enfoque fracasado porque los delitos siguen aumentando’. Eso quiere decir que nos hemos equivocado en cómo enfocamos las políticas” sobre el tema.

¿Y lo ha conversado con la ministra Siches o con otra autoridad de gobierno?

Sí, he estado con la ministra, con el subsecretario de Prevención del Delito y hay disposición a escuchar. La instalación del gobierno terminó con la cuenta pública. Cuando estuvimos con la ministra Siches, le llevamos junto a varios alcaldes un documento donde le decimos que hay que cambiar el enfoque en abordar el tema de la seguridad. Si no cambiamos, nos vamos a seguir equivocando y las cifras van a seguir subiendo.

¿Y cuál es la propuesta? Porque según cifras de la PDI, en los primeros cinco meses de 2022 los homicidios han aumentado más de un 25% y seis de cada diez son con armas de fuego.

Las armas son un componente más de toda la batería de cosas que se pueden abordar, pero hay que ser claros en que la Ley de Armas se estuvo discutiendo durante mucho tiempo y (en ese período) se pudieron comprar armas a fogueo que luego se transforman en armas reales. Hubo un vacío legal y se trajo una cantidad impresionante de armas a fogueo.

Entonces, ¿ese es el problema mayor? ¿Qué pasa con las armas inscritas?

Creo que el problema o el foco no está en el sistema de las armas inscritas. Hay una falta de regulación, hay una falta de control desde el punto de vista de sacar armas de circulación. Y las armas que provocan el problema son las que están en manos de los delincuentes, que son armas robadas, armas transformadas y las hechizas, que son un fenómeno que no está visibilizado. Y también hay que revisar la calificación de una persona apta para tener un arma en su casa. Y lo otro es que hay que focalizar en la prevención. Falta inversión en espacios públicos, en barrios, iluminación, y eso hace que los lugares sean tremendamente inseguros y eso hace que se presten para la comisión de delitos.

Usted ha hablado de la carrera delictual, a la que los niños entran a los 10 o 12 años y son delincuentes avezados a los 25...

Ahí también falta inversión en programas, tratamientos, en el tema de la prevención social a niños y jóvenes infractores, que ingresan al delito y ni siquiera hay dispositivos para seguirlos. Los factores que influyen en que un niño cometa delito son la negligencia parental, deserción escolar, consumo problemático de alcohol y drogas y problemas de salud mental.

Pero, como usted dijo, es un problema que no se abordó en ninguno de los gobiernos anteriores. ¿De verdad es un problema sólo de voluntad?

Durante mucho tiempo se ha apostado mucho en seguridad por el efectismo y se ha hecho poca inversión en efectividad. En el Acuerdo Transversal por la Seguridad uno de los componentes es que nadie le pida resultados inmediatos a las cosas que no tienen resultados inmediatos. Se trata de armar una hoja de ruta que tiene metas para el gobierno de turno, pero que le pondrá metas al siguiente y al que sigue. Será una política de Estado y no de gobierno. Como los gobiernos duran cuatro años, ahora tienden a empujar las cosas que puedan mostrar resultados inmediatos y eso es muy perverso para el tema de la seguridad.

El gobierno del Presidente Boric tuvo un giro y se abrió a utilizar todas las herramientas que tenga a mano, como, por ejemplo, el estado de excepción en la Macrozona Sur. ¿Es el camino correcto?

Si el gobierno estima y cree que una medida o un estado de excepción puede ayudar, tiene que hacerlo, es una obligación. Y la obligación que tiene el Estado es garantizar que el Estado de derecho impere y el gobierno debe evaluar cuáles son las medidas para que ello pueda ocurrir. Hay que tener liderazgo para tomar decisiones difíciles.

¿Qué le parece la intervención que se hizo en el barrio Meiggs?

Quiero ver el resultado porque una cosa es despejar la calle, pero si esos delincuentes se fueron a otra comuna... Me gustaría ver los resultados de cuántas personas hay detenidas, cuántas armas han sido incautadas, cuántas bandas fueron desarmadas. Si se trata de despejar una calle, creo que (el resultado) sería un fracaso.

A usted le pasó algo parecido en el estallido con los ataques a la subcomisaría de Los Presidentes, que se fueron perpetuando en el tiempo.

¿En qué minuto se resolvió el tema? Cuando la fiscalía y la policía se pusieron de acuerdo y se dedicaron a perseguir ese delito. Hubo un foco de investigación, hubo recursos y hubo detenidos. Eso lo abordamos con el gobernador (Claudio Orrego) cuando nos invitó a la mesa por el comercio ambulante. Nosotros como funcionarios, por ejemplo, no tenemos capacidad para meternos en las ‘colas’ de las ferias porque nos amenazan con cuchillos, con pistolas y no tenemos la capacidad para reaccionar ante eso.

En la última encuesta Cadem hubo varios alcaldes entre los políticos mejor evaluados. ¿Están haciendo bien su trabajo u otras autoridades están al debe?

Habla de un liderazgo del gobierno local, que puede llegar más rápido con los beneficios, es más eficiente. El municipio tiene más cercanía, conocemos mejor el territorio, las falencias y sabemos dónde están los más vulnerables.

¿Es un trabajo individual o la Asociación de Municipalidades ha incidido en el trabajo?

La AChM ha perdido la capacidad de incidencia en los gobiernos y de poder ser un eje articulador de políticas, planes y programas en el ámbito local, y eso hay que retomarlo y fortalecerlo. Para el gobierno es necesario contar con una organización fuerte para discutir los temas de seguridad y prevención. Por eso también creo y siento que es el momento de presidir la asociación. Este mundo (local) cobró mucha relevancia.

Si habla de incidencia, su partido (DC) va a la baja hace rato.

Es un partido que está en una profunda crisis. Está en crisis la forma de ser y hacer (las cosas), no la ideología. No me cerraría a un debate para ver qué hay que hacer, si una refundación, una reforma completa, una disolución y crear un nuevo referente. Pero lo que sí es que la definición tiene que ser colectiva y no individual.

Con el borrador en mano, ¿votará Apruebo o Rechazo?

Creo que es necesario hacer cambios profundos. Hasta ahora mi tendencia es a aprobar, pero aún el texto es un borrador, tiene falencias, incoherencias, pero tengo más razones para aprobar.