El 2022 fue el año en que la inflación golpeó al mundo. Los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania generaron una escalada en los precios de los alimentos, pero también de las materias primas y sobre todo del petróleo, que llegó a casi US$130 por barril en marzo pasado.

Klaus Kaempfe, director de portfolio solutions en Credicorp Capital Asset Management, sostiene que “en un año de recesión, lo óptimo es invertir en activos contracíclicos. Eso significa que les van bien cuando todo anda mal. En particular, la renta fija tiene esa característica, y dentro de esa clase de activos, estamos privilegiando los bonos de grado de inversión en dólares y los bonos corporativos emergentes”.

En esa línea, Jorge García, jefe de estrategia de Nevasa, dice que “para el próximo año, desde el punto de vista del riesgo/retorno, la renta fija presenta una gran oportunidad de inversión. Tanto en términos nacionales como internacionales”. García coincide en que un escenario de recesión “no es muy constructivo para la tesis de la renta variable, por lo que también, frente a esa incertidumbre, y tomando en consideración los interesantes rendimientos actuales, más alguna posibilidad de recorte de tasa, nos hacen privilegiar el mundo renta fija”.

Y es que en la medida que los bancos centrales empiecen a recortar las tasas, los papeles de renta fija logran una ganancia de capital, elevando los retornos. “Fondos investment grade o de buena calidad crediticia y duraciones cortas de hasta 3 años”, es el vehículo que elige García para el 2023.

En su Outlock 2023, BlackRock planteó que están reduciendo su posición en bonos en moneda local a neutral, incluidos los de Latinoamérica, esto a favor de papeles globales de empresas con grado de inversión, así como títulos ligados a la inflación de gobiernos, incluyendo nuestra región.

Depósitos a plazo versus fondos mutuos

De la mano del alza de las tasas por parte del Banco Central, los bancos privados del país han elevado las tasas de sus depósitos hasta niveles no vistos desde fines de 1998. Así, la tasa de captación para 30-89 días paga 11,02% anual, y para el plazo de 90 días a un año llega a 11,09%. Por ello es que muchos se preguntan si es más rentable invertir en estos instrumentos o en fondos mutuos.

Según el economista jefe de BICE Inversiones, Marco Correa, “la historia nos ha mostrado que en medio de una desaceleración económica relevante o derechamente recesión, como el que actualmente enfrenta el país, son los instrumentos de renta fija local los más favorecidos, en especial los de plazos más largos y en pesos”.

Por ello, sostiene que si bien la decisión dependerá del perfil de riesgo de cada inversionista, los depósitos a plazo son una forma más sencilla de invertir en renta fija y ofrecen atractivas tasas, pero “dado que se espera una disminución de la TPM hacia los próximos meses, este panorama podría cambiar. Así, tienen el riesgo de que cuando se desee ‘reenganchar’ la inversión, la tasa sea más baja y altamente dependiente de las condiciones de mercado de ese minuto”.

Por su parte, Rodrigo Ibáñez, estratega de inversiones de Banchile, indica que “para 2023 vemos cada vez mejor valor relativo en la renta fija versus el depósito a plazo. La renta fija se beneficiará de la caída de la TPM en 2023 (terminaría en 6,0% versus el 11,25% actual); de la moderación de los riesgos políticos que haría bajar aún más las tasas y largas; y de la recesión económica que en un ambiente de caída en la inversión productiva gatillaría flujos a renta fija”.

En tanto, Ariel Nachari, estratega senior de Sura Inversiones, dice que “una vez controlada la inflación es probable que el Banco Central comience a hablar sobre posibles recortes de TPM para estimular la economía, lo que podría generar una ganancia de capital relevante para este tipo de activos”.

De hecho, explica que “las ventajas de los FFMM de renta fija sobre los depósitos a plazo son principalmente dos. En primer lugar, la liquidez, ya que no amarra a un plazo específico, teniendo la posibilidad de rescatar la inversión en cualquier momento. Y, en segundo lugar, ofrecen beneficios tributarios que permiten la postergación de impuestos entre FFMM domiciliados en Chile, elemento con el que no cuentan los depósitos a plazo”.

¿Invertir en acciones?

El año ha sido complejo para las inversiones de mayor riego y, de hecho, eso se refleja también en los fondos de pensiones. A noviembre, los fondos A y B –los más riesgosos por su exposición a acciones– registraron en el año caídas de 17,14% y 13,26%, respectivamente. En tanto, el fondo C, de riesgo moderado, presentó una baja de 7,07%. Por último, los fondos más conservadores, D y E, obtuvieron alzas de 1,03% y 7,64%. Justamente, estos dos últimos tienen una mayor participación en renta fija, por lo que el próximo año podrían seguir beneficiándose, esto en desmedro de los fondos más expuestos a renta variable.

Para BlackRock, en el horizonte asoma la recesión, donde los bancos centrales están endureciendo “demasiado la política en su intento de controlar la inflación”. Por esta razón, la mayor gestora del mundo mantiene subponderadas las acciones de mercados desarrollados, aunque cree que en algún momento de 2023 “esperamos volvernos más positivos sobre los activos de riesgo”.

“Todavía no estamos ahí. Y cuando lleguemos allí no vemos los mercados alcistas sostenidos del pasado”, dice BlackRock.

En tanto, Klaus Kaempfe apunta a que “hay que recordar que si bien Estados Unidos estará desacelerando, China estará en un proceso de reapertura y reaceleración, así que otro tema importante de inversión para el 2023 es acciones chinas y latinoamericanas. Ambas están muy baratas y con el viento de cola del gigante asiático”.

¿Y Chile? Según el analista, entrar al Ipsa podría ser atractivo “si eres inversionista de mediano plazo, pero en el corto plazo creo que hay una dinámica compleja entre marzo y abril” que podría revertir los buenos números que se esperan para enero y febrero.

En tanto, Germán Guerrero, socio de MBI, dice que “Chile se ve barato”, por lo que es buen momento para entrar, con un Ipsa que podría rentar 20% en el año.

En lo que va de 2022, el Ipsa renta 19,13%, quedando en 5.161,25 puntos.

Por otra parte, los mercados globales podrían seguir a la baja por otro ejercicio, considerando que ya en 2022 el S&P500 perdió más de 19%.

Francisco Simian, economista de Altafid, indica que en renta variable es probable que los sectores más golpeados en 2022 ofrezcan buenas oportunidades para quienes estén dispuestos a invertir con plazos largos. “Por ejemplo, algunas empresas tecnológicas han sufrido recortes en los precios de sus acciones muy profundos este año. En algunos de estos casos, siendo Meta quizás el más conocido, vemos que hay un gran potencial de recuperación”, dice el experto.

En su último informe de estrategia, BofA señaló que si bien “mantenemos los activos de riesgo con un sesgo bajista en el primer semestre”, para la segunda mitad estarían listos para volverse alcistas; no obstante, sus proyecciones apuntan a que las acciones de EE.UU. rentarían en torno al 0%.

Asimismo, el banco de inversión estima una caída de 6% del dólar a nivel global, hecho que podría ser positivo para el país considerando que en los $886,35 actuales, es 4,16% por sobre el cierre de 2021.P