El Banco Central Europeo advirtió el jueves que un nuevo aumento en las infecciones por COVID-19 plantea riesgos para la recuperación de la zona euro y reafirmó su compromiso de mantener bajos los costos de los préstamos para ayudar a la economía a superar la pandemia.

Tras extender los estímulos hasta bien entrado el próximo año con un masivo paquete de respaldo en diciembre, las autoridades del BCE mantuvieron sin cambios la política monetaria el jueves, con el deseo de dejar que los gobiernos se hagan cargo de la tarea de mantener a flote la economía de la zona euro hasta que se retome la actividad empresarial normal.

Pero advirtieron sobre un nuevo aumento de las infecciones y las consiguientes restricciones a la actividad económica, asegurando que estaban preparados para entregar incluso un mayor respaldo a la economía si era necesario.

“El renovado aumento en infecciones de coronavirus (COVID-19) y las medidas restrictivas y prolongadas de contención impuestas en muchos países del área euro están perturbando la actividad económica”, dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en sus comentarios de apertura.

Nuevas cuarentenas, un lento comienzo del despliegue de las vacunas en los 19 países que utilizan el euro y la fortaleza de la moneda aumentarán las complicaciones para los exportadores, desafiando las previsiones del BCE de una sólida recuperación a partir del segundo trimestre.

Lagarde saludó el inicio de las vacunaciones como “un hito importante” a pesar de “cierta dificultad” y afirmó que los últimos datos aún estaban en línea con las proyecciones del BCE.

Admitió que la fortaleza del euro, que tocó un máximo de dos años y medio contra el dólar este mes, estaba poniendo un freno sobre la inflación y reafirmó que el BCE seguiría vigilando el tipo de cambio.

¿MÁS ESTÍMULOS?

Al abrir la puerta a más estímulos de ser necesario, Lagarde confirmó que el BCE continuaría comprando bonos hasta “que juzgue que la fase de la crisis del coronavirus terminó”.

Lagarde también mantuvo una referencia sobre los riesgos “a la baja” que enfrenta la economía de la zona euro, lo que ha sido visto como un indicador confiable de que el BCE consideró que el alivio en la política monetaria era más probable que un endurecimiento.

FILE PHOTO: European Central Bank (ECB) President Christine Lagarde in Frankfurt, Germany, March 12, 2020. REUTERS/Kai Pfaffenbach/File Photo

Pero señaló que dichos riesgos eran menos agudos, en parte gracias al reciente acuerdo por el Brexit.

“Las noticias sobre las perspectivas de la economía mundial, el acuerdo sobre las futuras relaciones entre la UE y el Reino Unido y el inicio de las campañas de vacunación son alentadoras”, dijo Lagarde. “Pero la pandemia en curso y sus implicaciones para las condiciones económicas y financieras continúan siendo fuentes de riesgo a la baja”.

Lagarde admitió que el futuro inmediato era desafiante, pero aseguró que eso no debería impactar a largo plazo.

“Una vez que el impacto de la pandemia se desvanezca, una recuperación en la demanda, apoyada por políticas fiscales y monetarias expansivas, colocarán presión al alza sobre la inflación en el mediano plazo”, afirmó Lagarde.

Con la decisión del jueves, la tasa de depósito referencial del BCE se mantuvo en -0,5%, mientras que la asignación general para la compra de bonos bajo el programa PEPP se mantuvo en 1,85 billones de euros.