Reforma tributaria, proceso constitucional y crecimiento fueron los temas principales que se tomaron el panel de conversación entre los economistas José Luis Daza y Sebastián Edwards en el seminario anual de Moneda Asset Management realizado este martes.

Consultado sobre el proyecto entregado por los expertos a los consejeros constitucionales electos, Edwards sostuvo que es necesario “dejar atrás” el tema constitucional, algo que “está en manos del Partido Republicano. Y entiendo que hay un dilema difícil, porque no fueron parte del proceso, fueron críticos, pero creo que es importante dejarlo atrás teniendo una (nueva) Constitución”.

No obstante, el economista comentó que haría cambios al actual proyecto en cuestión, pues el problema chileno “es la fragmentación política, y en ese sentido trataría de reducir aún más la posibilidad de fragmentación, y subiría el 4% de límite (el mínimo exigido a los partidos para que los congresistas electos asuman el cargo) al 5%. Creo que es muy tarde para hacer distritos unipersonales y una lista nacional como los alemanes, pero básicamente hacer lo posible por reducir la fragmentación. El resto me parece que es aceptable, es razonable”.

Por su parte, Daza sostuvo que también realizaría cambios al anteproyecto: “Me preocupó mucho lo que dice en torno al poder de los jefes de los partidos políticos con respecto a sus diputados y senadores, que si tienen diferencias los pueden echar, y elegir un reemplazo. No me parece consistente con una democracia transparente, donde las personas ejercen su conciencia para votar”, pero recalcó que “no hay ninguna duda de que este documento contiene las bases esenciales para que funcione una democracia”.

Sobre el pacto tributario en el que está trabajando Hacienda, Edwards indicó que hay que tomarse un tiempo, pues “hay que hacerlo bien. Si acaso el Presidente Boric está pensando en el legado, el legado creo yo debiera ser un pacto fiscal que permita efectivamente retomar el crecimiento, y al mismo tiempo contar con mayores recursos para atender las necesidades de derechos sociales”.

Sin embargo, enfatizó que “contar con mayores recursos no significa necesariamente subir los impuestos, significa tener más plata para gastarla en la forma correcta, y eso va asociado a deshacerse de todo el desperdicio de gasto que hay, toda la burocracia”.

“Hay reformas microeconómicas, el exministro Valente ha estado repitiendo la necesidad de hacer las reformas microeconómicas, había un catálogo de la administración anterior de las que se pudieron hacer muy pocas”, dijo Edwards, y agregó que “ahora, creo que el ministro Grau... no voy a decir nada sobre el ministro Grau. La empresa del litio no es la forma de hacerlo, reformas micro y un pacto fiscal que se apruebe con una modernización profunda del Estado, eso va a permitir tener más recursos sin necesariamente aumentar en este momento los impuestos”.

En tanto, Daza respondió que “las probabilidades de que con este gobierno haya una reestructuración del aparato público en forma sustancial son 0. Es cosa de mirar las medidas que han tomado mientras han sido gobierno. Acaban de pasar una medida que le va a penar a Chile en 10 años más, que son las 40 horas, va a generar peor distribución del ingreso y peores salarios reales”.

Respecto del futuro del país, ambos economistas coincidieron en que se vislumbra positivo, aunque con matices en los argumentos. Por una parte, Edwards señaló que “estoy más optimista. Creo que vamos a sobrevivir. Tengo mucha esperanza en el Consejo Constitucional”.

Pero agregó que “hay que predicar, predicar y predicar las ideas de la competencia, del libre mercado, hay que defenderlas. En ese sentido es esencial entender que la guerra por las ideas no termina jamás. Creímos que habíamos ganado la guerra y nos retiramos de la batalla, y el enemigo se rearmó, leyó a Gramsci y volvieron”.

Daza, por su parte, apuntó que la fuente de su optimismo radica en una frase de Nicolás Eyzaguirre tras el resultado del plebiscito constitucional: “El rechazo representó una enorme madurez del pueblo chileno”.

En esa línea, el economista dijo que “esa manifestación creo que es lo que me tiene más optimista”.

El gasto

Respecto de las necesidades de incrementar el gasto del Estado en derechos y seguridad social, los economistas discreparon respecto de cuál debiera ser el porcentaje respecto del PIB.

Así, respecto del gasto fiscal, Edward comentó que es necesario evaluar el gasto fiscal para “mejorar la eficiencia del Estado y eventualmente subir los impuestos”.

Sobre qué porcentaje debiera ser el indicado para el país, Daza sostuvo que “tener una meta de gasto como porcentaje del producto no es natural, cada país tiene una realidad distinta y tenemos que ver en qué vamos a gastar los recursos. Es posible que haya proyectos que son socialmente rentables que requieren más impuestos, lo que no acepto, y la evidencia demuestra que no es correcto, es que para ser un país desarrollado necesitas un gasto más alto del producto”.

Edwards ejemplificó con Nueva Zelanda, país donde el gasto corresponde al 31% del PIB, cifra que se ha mantenido en el tiempo desde que existen datos de la OCDE. “Ahora creo que no es el momento de empezar con eso, y empezaría la secuencia primero revisando cómo se gasta el dinero, y creo que en eso estamos de acuerdo”.