Durante poco más de una década distintos estudios realizados por dos investigadores estadounidenses y uno británico permitieron revelar uno de los misterios en torno a la relación entre el oxígeno y las células, nuevos conocimientos que hoy les permitió recibir el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de este año.

Esta serie de descubrimientos, permite que hoy estos conocimientos sean el punto de partida de nuevas investigación que buscan tratamiento y cura para distintas enfermedades, entre ellas el cáncer.

William Kaelin, de la Escuela de Medicina de Harvard y el Instituto de Cáncer Dana-Farber en Boston, Gregg Semenza de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, junto al británico Peter Radcliffe del Instituto Francis Crick en Londres, como si se tratará de una saga, en diez años publicaron varios estudios en los que explican detalladamente cómo la célula detecta, obtiene y regula la cantidad de oxígeno que requiere en distintas circunstancias.

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Los tres ganadores del Premio Nobel de Medicina. William Kaeelin, Gregg Semenza y Peter Radcliffe. EFE/EPA/OXFORD/JOHNS HOPKINS/DANA FARBER HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES[/caption]

El oxígeno es vital para el ser humano. En cada respiración, llevamos el oxígeno contenido en el aire a los pulmones pero desde allí a cada célula de nuestro organismo.

Flavio Salazar, director Alterno del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (Imii) y vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, señala que el Premio Nobel de este año se otorga por el descubrimiento de varios mecanismos y factores que están asociados al uso del oxígeno por parte del metabolismo celular. Las células, al igual que cualquier organismo vivo, require de oxígeno para su sobrevivencia", dice Salazar.

Respiración celular y cáncer

Las células igual que todos los organismos vivos necesitan respirar. Lo que hicieron los tres galardonados a través de todas sus investigación es explicar cómo funciona este proceso y qué moléculas y proteínas están involucradas.

"La detección de oxígeno es fundamental para una gran cantidad de enfermedades. Los intensos esfuerzos en curso en laboratorios académicos y compañías farmacéuticas ahora se centran en el desarrollo de medicamentos que pueden interferir con diferentes estados de una enfermedad activando o bloqueando la maquinaria de detección de oxígeno", explicó el comité a través de un comunicado.

Según Salazar, todos los estudios que han realizado Kaelin, Semenza y Radcliffe pueden tener una aplicación y una de ellas es frente el cáncer.

"Las células tumorales tienen un mecanismo un poco distinto a las células normales. Generalmente, se adaptan a niveles de oxígeno menores pero siempre manteniendo un equilibrio que les permita seguir viviendo y creciendo", señaló.

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Gregg L. Semenza (Johns Hopkins University via AP).[/caption]

Las células tumorales, al igual que otras células como las embrionarias, realizan un proceso llamado angiogénesis, que no es otra cosa que la generación de nuevos vasos sanguíneos para seguir nutriendo el tumor.

"La mayoría de los tumores tienen bajos niveles de oxígeno, niveles de acidez mayor que el tejido normal y a veces irrigación sanguínea menor. Todos estos elementos hacen que los tumores, por su propia selección y capacidad de dividirse, generes ciertas resistencias mayores y desarrollen mecanismos alternativos de metabolismo", dijo Salazar.

Son precisamente estas adaptaciones las que gracias a estos estudios hoy se entienden y permiten pensar en estrategias de tratamiento contra el cáncer.

"Suprimir el oxígeno que reciben es una posibilidad de tratamiento, pero debe ser súper específico porque todas las células requieren oxígeno. Entonces hay que lograr inhibir el suministro de sangre y oxígeno pero solo en las células tumorales. El desafío no es tan fácil, pero hay varios grupos que lo están intentando", agregó el director Alterno del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (Imii).